El exfuncionarios declaró haber recibido 65.500 dólares a cambio de permitir la sustracción de 94,5 millones de dólares del Banco Hipotecario
El exvicepresidente del Banco Hipotecario de El Salvador confesó el martes que colaboró con el expresidente Mauricio Funes en el lavado de 94,5 millones de dólares que sustrajeron de las arcas del Estado, por lo que fue condenado a tres años de prisión, los cuales son excarcelarles, según las leyes del país, informó el Ministerio Público.
Carlos Enrique Cruz Arana se sometió a un proceso abreviado y llegó a un acuerdo con el ministerio en el que reconoció su participación en el entramado para apropiarse del dinero —que según las autoridades encabezó el exmandatario— a cambio de un pago de 65.500 dólares, los cuales aceptó que recibió durante la gestión de Funes (2009-2014) por permitir el cobro de más de mil cheques.
El Juzgado Tercero de Instrucción de San Salvador sentenció a Cruz Arana a esa pena de cárcel y le ordenó restituir al Estado 64.500 dólares.
Sin embargo, Cruz Arana no ira a prisión porque la condena que le fue impuesta fue remplazada por la figura legal de la suspensión condicional de la ejecución a cambio de cumplir servicio comunitario durante los tres años.
Según el Ministerio Público, Funes usó al Banco Hipotecario para lavar 97,5 millones de dólares a través de 1.651 cheques que eran aceptados por la institución financiera y cobrados en efectivo.
Funes, de 63 años, enfrenta cinco procesos penales en varios juzgados de El Salvador, entre ellos un juicio por el desvío de 251 millones de dólares que, según el Ministerio Público, fueron a parar a cuentas de testaferros, familiares y allegados.
Entretanto, el juzgado ordenó que Carlos Ortiz, expresidente del Banco Hipotecario, y Alexander Ayala, exoficial de cumplimento de la misma institución, vayan a juicio por los delitos de cómplice de peculado y lavado de dinero y activos.
Según las autoridades, Ortiz lavó 94,5 millones de dólares a cambio de recibir 74.000 dólares en bonificaciones, mientras que a Ayala se le atribuye haber lavado 177,5 millones de dólares a cambio de un pago de 78.000 dólares.
Los tres exfuncionarios del Banco Hipotecario fueron capturados durante el proceso denominado “Saqueo Público”, en el que Funes, prófugo de la justicia, es el principal acusado del lavado de un total de 351 millones de dólares.
Funes, su pareja Ada Mitchell Guzmán y sus hijos Diego Roberto Funes Cañas y Carlos Mauricio Funes Velasco se encuentran en Nicaragua, donde el gobierno del presidente Daniel Ortega les dio asilo político en septiembre de 2016 mientras en El Salvador se desarrollaba un juicio civil por enriquecimiento licito y cuando aún no se había emitido orden de captura en su contra.
El 30 de julio de 2019, Nicaragua otorgó la nacionalidad a Funes, quien alega ser víctima de persecución política en El Salvador.
Funes llegó al poder postulado por el exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).