Entre semana decidimos ir a almorzar a Óleos. Este es un lugar relativamente nuevo que está ubicado en el bulevar del Hipódromo, unos 100 metros al norte de la Capilla, justo al lado de Benitos. Es una de esas casas grandes típicas de la San Benito, y tiene un parqueo interno inmenso con capacidad para 25 o 30 vehículos, aproximadamente.
El sitio es un lugar elegante, con una terraza externa, un bar y una sala principal con aire acondicionado. El mobiliario es sobrio, con mesas vestidas con manteles blancos y negros que acentúan su sobriedad. El restaurante cuenta con una pequeña bodega de vinos a la vista de todos que parece tener capacidad para suplir los gustos más exigentes.
En la entrada nos recibió Christian, quien nos condujo a una mesa de butaca al fondo de la sala. Nos dejó nuestros menús y tomó la orden de la bebida. Un minuto después regresó con nuestros vasos y gustoso respondió las preguntas que teníamos del menú. Ordenamos como entrada una tosta de queso de cabra y mermelada de cebolla y un plato de charcutería y quesos. Y como plato de fondo, una entraña y un pulpo a la mediterránea.
La tosta de queso y cebolla son cuatro hogazas de pan baguete con queso crema de cabra y cebollas caramelizadas, sencillamente deliciosas. El pan, de primera; el queso de cabra, suave y cremoso (hubiera querido un poco más); y la cebolla, genial. Como dije: simplemente deliciosos.
Para nuestro plato de charcutería y quesos elegimos tres opciones, chistorra, queso manchego y jamón serrano, sobre esto algunos elementos destacables, primero cuando el plato llegó a la mesa, tenía 4 componentes, la cocina había agregado una fuente de aceitunas marinadas como cortesía a nuestro plato buen detalle, segundo la presentación fue impecable, muy atractiva y tercero todos los elementos del plato derrochaban calidad, la chistorra de sabor intenso, el jamón crudo de primera, las aceitunas inmejorables y el queso de oveja delicioso, 10 para Óleos.
Óleos declara en su menú que su plato insignia es el pulpo a la mediterránea, por lo que nunca dudamos en poner este plato en nuestra orden. La presentación de este plato es prolija. El pulpo se acompaña de un puré de garbanzos con jugo de naranja que gustó mucho a todos en la mesa. El pulpo cortado en trozos pequeños y cocinado en su jugo con una especie de adobo estaba verdaderamente sabroso pero, para mi gusto, un poco pasado de cocción. En su conjunto el plato estaba muy bueno. Sin duda, lo repetiría.
La entraña es un plato que sirven y cocinan al estilo mediterráneo, carne, especias y aceite de oliva. La entraña estaba deliciosa pero, otra vez, un poco pasada el punto de cocción. Pero nuevamente su sabor y presentación, impecables. Todo en este menú totalmente repetible.
Como postre pedimos un bizcocho de azafrán, que es un trío de pequeños muffins de azafrán y vainilla humedecidos con licor y almíbar acompañado de un glaseado. La presentación, nuevamente excelente. El sabor, un poco dulce pero también muy bueno. Los pistilos de azafrán aparecen enteros dentro de los bizcochos. Simplemente una maravilla.
El servicio de Óleos es destacable. Desde que llegamos, Christian, nuestro mesero, nos atendió muy bien. Las bebidas llegaron a la mesa con prontitud y los alimentos aterrizaron calientes y su presentación fue sin duda sobresaliente. Se dice que la comida entra por los ojos y en Óleos lo saben.
Red Fork otorga a Óleos seis Tenedores Rojos en esta visita, por su sabor y su impecable estética. Seguro volveremos.
Tosta de queso de cabra y mermelada de cebolla $ 6.00
Charcutería y quesos (3 opciones) $ 12.00
Entraña (1 libra) $ 29.00
Pulpo a la mediterránea $ 26.00
Bizcocho de azafrán $ 7.00
Sodas $ 2.50
Té de Jamaica $ 3.00
Suprema $ 3.50
