Un hombre con antecedentes por violencia doméstica fue acusado este domingo de varios cargos de asesinato por la muerte de cinco menores y tres adultos cuyos cadáveres fueron descubiertos en una vivienda en Texas la noche del sábado. Por el momento no se han revelado oficialmente detalles sobre la causa y circunstancias de la muerte de las ocho personas. Tampoco se ha aclarado públicamente la relación con las víctimas del sospechoso, que se entregó a la policía tras un tiroteo en la casa de los fallecidos, situada en un barrio del condado de Harris, Houston.
La policía de Harris se limitó a identificar al sospechoso como David R. Conley III, un hombre de 49 años que tenía un historial de violencia doméstica.
El diario Houston Chronicle afirma sin embargo que el sospechoso había sido detenido en julio por agredir a una mujer en la misma dirección donde fueron hallados ahora los cadáveres. Conley fue arrestado por golpear varias veces contra un refrigerador la cabeza de Valerie Jackson en medio de una disputa acerca de los hijos de la mujer, con la que el sospechoso mantenía al parecer una relación, señala el periódico citando documentos judiciales. Conley ya había cumplido nueve meses de cárcel en 2013 por otra agresión contra la misma mujer. En su historial delictivo figuran asimismo condenas por cargos de drogas, entre otros, agrega el Chronicle.
El portavoz de la policía de Harris, Thomas Gilliland, no ha querido por el momento confirmar esta posible relación entre el detenido y una de las posibles víctimas.
Según medios locales, agentes de policía habían acudido al domicilio en la noche del sábado tras recibir una llamada -por el momento tampoco identificada- para que realizaran una visita de verificación en la casa.
Al llegar a la vivienda, nadie respondió a las llamadas a la puerta. En ese momento, los agentes “recibieron información de que dentro de la casa había un hombre sobre el que pendía una orden de arresto por agresión grave contra un familiar”, dijo el portavoz de la policía local, Thomas Gilliand, según la cadena CNN. A la par, uno de los agentes descubrió a través de una ventana el cuerpo inerte de uno de los menores dentro de la vivienda, por lo que los oficiales decidieron entrar en esta. El sospechoso recibió a los agentes a tiros, por lo que estos se retiraron a la espera de refuerzos, relata el Houston Chronicle.
Los negociadores de la policía lograron finalmente convencer al hombre, ya a altas horas de la noche, para que se entregara, cosa que este acabó haciendo sin ofrecer más resistencia. Al ingresar en la vivienda, la policía halló los ocho cadáveres, que todavía están siendo identificados.
