El Salvador posee una de las mayores incidencias de pobreza multidimensional de América Latina
Según la Cepal, el enfoque multidimensional agrega varias aristas y plantea factores que necesita una persona para su bienestar, como el acceso a salud, servicios básicos o educación, entre otros.
El informe contrasta con datos ofrecidos por el Banco Central de Reserva (BCR) que indicaban la semana anterior que reflejan un repunte sostenido en la actividad productiva, baja inflación y mayor confianza empresarial, lo que marca un punto de inflexión tras años de crecimiento moderado.
Es tradición que la pobreza se mida con un parámetro monetario, cuyo principal indicador es la capacidad de un hogar para adquirir la canasta básica alimentaria, según expertos y aunque El Salvador muestra avances en la reducción de la pobreza monetaria, bajo el enfoque multidimensional figura entre los peores de la región solo superado por Honduras y Guatemala, conforme al citado estudio.
El informe de la Cepal muestra que El Salvador posee una de las mayores incidencias de pobreza multidimensional de América Latina, estimada en 53.3 por ciento en 2024.
Con el uso de la metodología monetaria, El Salvador tiene más de 1,8 millones de personas en pobreza, pero si se aplica la metodología multidimensional, la cifra será mayor del 20 por ciento de la población, tomando en cuenta las estadísticas aireadas por la agencia de las naciones Unidas.
La metodología adoptada en El Salvador contempla una veintena de indicadores agrupados en cinco dimensiones: educación; condiciones de la vivienda; trabajo y seguridad; salud, servicios básicos y seguridad alimentaria; y calidad del hábitat.
Según el último dato oficial disponible de 2023 revela que un 25.1 por ciento de la población salvadoreña sufre pobreza multidimensional, es decir, tiene siete o más privaciones.
En este escenario, fuentes oficiales hablan de crecimiento económico y de un mayor bienestar económico del país, mientras muchos se preguntan a cambio de qué vuelan campañas al aire.
Por ejemplo, en el mes de agosto, la deuda pública de El Salvador creció en 272 millones y llegó a 33 mil 805 millones de dólares.
Al cerrar el año habrá superado los 34 mil millones, porque hay desembolsos pendientes de varios préstamos.
El aumento de la deuda en los gobiernos de Bukele es asombroso. Cuando asumió su primer mandato como presidente, en junio de 2019, la deuda acumulada de 30 años era de 19 mil 241 millones. Desde entonces hasta agosto de 2025, o sea, en apenas 6 años y tres meses, creció en 16 mil 564 millones (86 por ciento), valora el experto César Villalona.
Estamos ante un récord histórico casi imposible de romper. Y lo peor es que junto a la deuda creció la pobreza, del 22.8 por ciento al 25.8 por ciento de los hogares, a pesar de que la población se redujo en 354 mil personas, agrega.
En este escenario, donde la deuda aumentó en mil 670 millones y cerrará el año en el 93 por ciento del PIB, la pobreza, desde todos los puntos de vista aumentó, algo que Villalona califica de “¡dramático!”.
Sin embargo, los informes oficiales que hablan de un crecimiento de la actividad económica en un 7.8 por ciento en septiembre y que mostrarían una mejora de la economía, aparentemente no va de la mano de la pobreza.
En contraste, ciudadanos de a pie afirman que en la actualidad están peor que hace algunos años, con el único aliciente de que tienen más seguridad, la mejor carta de presentación del gobierno de Nayib Bukele.
Muchos cuestionan al gobierno cuya prioridad es la economía pero hasta ahora, por lo que se ve, las mejoras anunciadas no llegan a toda la población, de la cual un segmento importante pasa trabajo para satisfacer sus necesidades y son pobres multidimensionales, según investigaciones.
