El reciente rescate de cinco opositores venezolanos que permanecían asilados en la Embajada Argentina en Caracas ha generado una fuerte preocupación en el gobierno de Nicolás Maduro. La operación, liderada por Estados Unidos, permitió la salida segura de los refugiados, quienes temían ser arrestados por el régimen chavista.
Durante más de un año, los opositores enfrentaron condiciones extremas dentro de la sede diplomática, debido a la interrupción de servicios básicos como agua y electricidad, una medida que se interpretó como una estrategia de presión por parte del gobierno venezolano. La presencia de agentes de seguridad en los alrededores de la embajada también evidenció el cerco impuesto por el chavismo para evitar su salida.
El rescate, celebrado por figuras de la oposición como María Corina Machado, representa un revés para Maduro, quien ha sido señalado por organismos internacionales por la persecución de disidentes. La operación no solo pone en evidencia la vulnerabilidad del régimen ante la presión internacional, sino que también podría intensificar las tensiones entre Venezuela y Estados Unidos.
Hasta el momento, el gobierno venezolano ha mantenido un llamativo silencio sobre el incidente, mientras Maduro se encuentra en Moscú en reuniones con Vladimir Putin. Se espera que en los próximos días el oficialismo emita un comunicado sobre el rescate, que ha sido calificado por la oposición como un acto de justicia y libertad.
