Nuevo episodio de tensión en la península coreana. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ordenó a su Ejército que esté listo para usar sus armas nucleares “en cualquier momento”, apenas dos días después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobara por unanimidad duras sanciones contra el país asiático por su programa nuclear.
“Es necesario tener cabezas nucleares desplegadas para la defensa nacional y de tenerlas siempre preparadas para que puedan dispararse en cualquier momento”, aseguró Kim, citado por la agencia oficial norcoreana KCNA. El joven dictador no hizo referencia alguna a la resolución de la ONU, pero señaló que la situación “se ha vuelto muy precaria”. También sugirió revisar la política militar: “es el momento de cambiar nuestro modo de contrarrestar a los enemigos hacia el ataque preventivo en cada uno de los aspectos”. Para ello, pidió impulsar la fuerza nuclear del país tanto en calidad como en cantidad: “Es la única vía para defender la soberanía de la nación y su derecho de existir bajo la situación extrema actual”, defendió.
Kim Jong-un hizo estas declaraciones mientras supervisaba el uso de nuevos lanzacohetes múltiples, aunque la agencia oficial no especificó la fecha ni el lugar exactos de la visita. Seúl sospecha que podría tratase de ayer mismo, cuando Corea del Norte disparó seis misiles de corto alcance hacia el mar desde una base situada en la ciudad costera de Wonsan, en el este del país. Las armas que el dictador inspeccionó, según KCNA, pueden alcanzar objetivos en Corea del Sur.
No es la primera vez que el régimen norcoreano amenaza con ataques preventivos a Corea del Sur o a Estados Unidos. La retórica belicista es habitual en los medios de comunicación estatales y se agrava en momentos de tensión como el actual. La comunidad internacional, sin embargo, duda de que el país disponga de la tecnología suficiente para fabricar bombas nucleares miniaturizadas que puedan ser colocadas en un misil de largo alcance.
La nueva ronda de sanciones de la ONU es la más dura que se ha impuesto sobre Corea del Norte en los últimos 20 años. Obligan a registrar cualquier mercancía en sus fronteras e impiden que otras naciones compren carbón, hierro y otros minerales procedentes del hermético país. La decisión se tomó después de que el pasado 6 de enero Corea del Norte llevara a cabo su cuarta prueba nuclear, en la cual detonó “de forma satisfactoria” una bomba de hidrógeno, según aseguraron los medios estatales, algo que la comunidad internacional puso en duda. Un mes después, el régimen lanzó un cohete de largo alcance para teóricamente poner en órbita un satélite, pero que se consideró como una prueba encubierta de un misil balístico.
Si bien Kim no se refirió directamente a la nueva oleada de sanciones, la agencia norcoreana carga duramente contra la resolución de Naciones Unidas y la califica de “propia de gánsteres”. “Los movimientos flagrantes de los imperialistas estadounidenses y de sus seguidores para presionar económica y políticamente a la República Popular Democrática de Corea han llegado a una fase peligrosa que no se puede pasar por alto (…) Todo el pueblo norcoreano está esperando la orden de combate para aniquilar al enemigo”, dice la nota.