Por Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra.- La expulsión de Nayib Bukele del FMLN, oficializa la pugna de la estructura del frente, contra Bukele, que se siente Califa (Representante de Dios en la tierra), y que aglutinará a la izquierda descontenta y el resultado, puede ser la llegada al poder de la oposición o, caer ésta, a una tercera fuerza. Todo dependerá de las estrategias que cada contendiente emplee y de su capacidad para dirigir la iniciativa política.
Ya el FMLN ha perdido la Alcaldía Municipal de la capital; esta pérdida, significa un golpe para su estructura departamental de San Salvador y la pérdida de fondos municipales, para su uso electoral. Habrá que esperar la respuesta del FMLN, por los actos de corrupción en favor de Bukele y, de las maniobras encubiertas de éste, contra medios de comunicación y su relación con las pandillas.
Pudiese al FMLN, costarle la Presidencia: peligro que oblígale a afinar su maquinaria de fraude: 1) manipulación del proceso electoral (entorpecimiento de candidaturas de oposición y crear confusión en el conteo de votos), 2) Plantear que los candidatos de la oposición son la oligarquía pretendiendo recuperar su poder, haciendo crecer sus empresas. 3) Crear, por asistencialismo, mayor dependencia social, a costa del Presupuesto General de la Nación.
Si la oposición no cambia su estrategia, denuncia directamente la corrupción gubernamental y, da soluciones viables a la actual crisis gubernamental, no recuperará su voto duro, ya erosionado. La estrategia de ARENA de no tener estructura comunicacional, esperando que otros hagan ese trabajo, es dejar la iniciativa política en manos del FMLN y además, de Bukele; ambos manejan los medios de comunicación, como su principal arma política, esperando controlar el mayor número de medios de comunicación, ampliando además, la cobertura de los medios gubernamentales en su favor.