Soldados sirios y sus aliados, respaldados por aviones de guerra rusos, atacaron el jueves ciudades controladas por rebeldes al norte de la ciudad de Homs, un enclave estratégico que ha estado por largo tiempo en manos de los opositores al presidente Bashar al-Assad.
La ofensiva que comenzó antes del amanecer se produjo tras más de una semana de ataques terrestres con respaldo aéreo ruso en áreas del oeste de Siria que son cruciales para la supervivencia de Assad y que están en manos de grupos rebeldes no vinculados a Estado Islámico.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un grupo con sede en Gran Bretaña que hace un seguimiento al conflicto de cuatro años, dijo que cinco civiles y seis insurgentes habían muerto en Teir Malla, a 5 kilómetros al norte de Homs.
Unos pocos kilómetros más al norte había fuertes ataques aéreos alrededor de la ciudad de Talbiseh y otras aldeas en el área, informó el observatorio.
Las operaciones del Ejército incluyen una campaña para recapturar tierras en manos de rebeldes en las provincias de Hama, Idlib y Latakia, en el noroeste.
Funcionarios regionales también han dicho que el Ejército, respaldado por refuerzos iraníes, está preparándose para una operación terrestre alrededor de la ciudad de Alepo, cerca de la frontera con Turquía.
“Hay ataques aéreos muy fuertes en Homs, en los frentes de batalla. Hay bajas civiles. El objetivo es aplicar presión militar y la intención del régimen es invadir el área”, afirmó el líder de un grupo rebeldes que opera en el área.
Agregó que no estaba confirmado el número de fallecidos, pero entregó los nombres de cinco muertos documentados, entre ellos una niña y dos mujeres.
La recaptura por parte del Gobierno del área al norte de Homs ayudaría a reforzar el control de Assad en los principales centros poblacionales del oeste de Siria y asegurar territorios que conectan a la capital, Damasco, con el bastión costero de la secta minoritaria alawí del presidente.