Un mexicano de 47 años condenado a muerte fue ejecutado la madrugada del jueves en una prisión de Texas, informaron las autoridades locales y el gobierno de México, que trató sin éxito de impedir el procedimiento ante la justicia estadounidense.
Rubén Cárdenas Ramírez — condenado a muerte en 1997 por la violación y asesinato de su prima Mayra Laguna, de 16 años, en el Valle del Río Grande— recibió una inyección letal en horas de la noche.
La ejecución fue demorada varias horas mientras el máximo tribunal examinaba la apelación.
Cuando el guardia le preguntó si quería decir unas últimas palabras, respondió: “No, señor”.
El reo respiró un par de veces cuando empezó a administrarse la dosis letal de pentobarbital y después empezó a roncar. En menos de un minuto cesó todo movimiento. Se certificó su muerte 21 minutos más tarde, a las 10: 26 locales, precisó Jason Clark, jefe adjunto del departamento de Justicia Criminal del estado.
Ramírez fue el séptimo asesino convicto ejecutado este año en Texas, que aplica más penas capitales que ningún otro estado del país.
En el comunicado figuraban también las últimas palabras de Cárdenas, que hasta el final defendió su inocencia. “No puedo ni me disculparé por el crimen de otra persona, pero ¡volveré por justicia! Pueden contar con ello”, lanzó. “Quiero agradecer a mi familia por creer en mí y por estar conmigo hasta el final. ¡Los amo mucho! ¡Y sé que ustedes me aman también! La vida continúa”, escribió.
“Después de 21 años de espera, finalmente se hizo justicia. No hay palabras para describir el alivio que se siente al saber que hay verdadera paz después de tanto dolor y tristeza”, indicó por su parte Roxana Jones, hermana de la víctima, Mayra Laguna.
La condena se ejecutó después que el gobierno mexicano agotara todos los recursos judiciales que terminaron ante el Tribunal Supremo, quien se negó a revisar el caso, según un comunicado oficial.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, expresó igualmente su “más firme condena a la ejecución del mexicano… que viola la decisión de la Corte Internacional de Justicia”, según un mensaje en Twitter en el que envió su “más sentido pésame a los deudos”.
Peña Nieto se refiere a un fallo de la Corte Internacional de 2004 en el que ordenó a los tribunales estatales de Estados Unidos “revisar los casos de 51 mexicanos sentenciados a pena de muerte”, entre ellos Cárdenas, por haber incumplido en informar a las autoridades consulares, un derecho previsto en la Convención de Viena.
Cinco mexicanos, incluido Cárdenas, fueron ejecutados desde entonces, 13 ya no enfrentan una sentencia capital y uno falleció de cáncer.