Un reportaje de Univisión dice que este martes por la mañana se dieron a conocer más detalles sobre las separaciones de padres e hijos, en una llamada con funcionarios de DHS y la Patrulla Fronteriza. Las últimas declaraciones ponen en duda y revelan inconsistencias sobre los datos ofrecidos por el gobierno.
Aunque no existe ninguna ley que obligue al gobierno a separar familias en la frontera, un total de 2,342 niños han sido separados de sus padres desde el 5 de mayo al 9 de junio de este año. Las cifras actualizadas fueron confirmadas este martes durante una conferencia de prensa telefónica ofrecida por el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Según Univisión, los funcionarios explicaron que hay un total de 2,206 adultos que ahora esperan ser procesados, lo que se traduce en un total de 2,235 familias (compuestas por 4,548 personas).
A pesar de que Donald Trump insiste en que hay leyes y decisiones de tribunales que lo están obligando a separar a las familias que cruzan la frontera de forma ilegal, no es verdad. Las separaciones pueden terminar tan pronto como el propio presidente lo decida.
Sí, esta es una política del gobierno de Trump aunque digan lo contrario
La secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, insistió el domingo en un tuit, y luego el lunes en conferencia de prensa, que el gobierno no tiene una política de separar familias. Pero lo están haciendo: las están separando, tal y como prueban las cifras más recientes ofrecidas por el propio gobierno.
Las familias están siendo separadas por las autoridades debido a la política de tolerancia cero anunciada el pasado mes de abril por el fiscal general, Jeff Sessions, que procesa a todos los adultos que crucen la frontera de forma ilegal, hayan entrado con niños o no. Como el Departamento de Justicia no puede procesarlos juntos, son separados después del arresto (el tiempo puede variar en cada caso).
Usualmente la separación ocurre dentro de las 48 horas después del arresto. “Pero no en todos los casos pueden ser 48 horas”, advierte Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California. “En algunos casos la separación podría demorarse más tiempo”.