Según difundió el diario El Nuevo Herald, Walter Jacobo Gavidia, quien es juez noveno de primera instancia del área Metropolitana de Caracas, “llevaba algún tiempo figurando en el radar de las autoridades estadounidenses, luego de que algunos de los testigos de los casos que son investigados lo vincularan con presuntos envíos de droga en aviones del Estado venezolano”.
El periódico intentó comunicarse con el gobierno de Venezuela, pero el régimen chavista no respondió.
Esta información se conoce pocos días después de que la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA) detuviera en Puerto Príncipe a dos sobrinos de la pareja presidencial, Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas, quienes son acusados de conspirar para exportar 800 kilos de cocaína de alta pureza.
Según las fuentes citadas por el medio de Miami, ambos jóvenes colaboraron extensamente con los agentes estadounidenses después de ser arrestados y brindaron amplios detalles sobre cómo operaba la red de narcotráfico.
El artículo explica que los jóvenes declararon inicialmente que la droga pertenecía al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, pero la versión fue desmontada rápidamente por los agentes pese a que el funcionario venezolano también está siendo investigado en Nueva York por narcotráfico.
Los jóvenes luego testificaron que la droga pertenecía al gobernador del estado Aragua, Tarek El Aissami. Ambos, El Aissami y Cabello, son señalados en las investigaciones que se realizan en Estados Unidos como dos de los principales pilares del tráfico de droga en Venezuela.
“Los jóvenes comenzaron a hablar pese a que inicialmente se les advirtió que ese testimonio podría ser usado en su contra, luego de que trataran de evadir el arresto declarando que contaban con pasaportes diplomáticos y que por ende disfrutaban de inmunidad, detalla la nota.