Un conflicto con Pyongyang sería “catastrófico”, afirmó James Mattis. Por eso destacó la importancia de resolver el enfrentamiento con el régimen de Kim Jong-un por medios diplomáticos.
El Secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, advirtió este domingo que una guerra con Corea del Norte sería “catastrófica” y “probablemente el peor tipo de guerra en la vida de la mayoría de las personas”.
Las declaraciones de Mattis llegaron horas antes de que el régimen de Pyongyang realizara en la madrugada del lunes un nuevo lanzamiento de un misil balístico que aterrizó en el Mar de Japón.
Durante una entrevista en un programa de la cadena estadounidense CBS, el funcionario se mostró preocupado por el poderío militar del régimen de Kim Jong-un, que amenaza a la región y a los aliados de EEUU.
“El régimen de Corea del Norte tiene cientos de cañones de artillería y lanzacohetes que pueden alcanzar a una de las ciudades más densamente pobladas del mundo, como es la capital de Corea del Sur”, destacó Mattis.
“El régimen es una amenaza para la región, para Japón, para Corea del Sur”, dijo el Secretario de Defensa, quien agregó que representa también una amenaza directa para Estados Unidos. “Y en el caso de una guerra, afectaría a China y a Rusia también”, consideró.
Mattis se mostró además especialmente preocupado por los constantes ensayos balísticos de Pyongyang, que hacen que las capacidades militares del régimen “mejoren con cada test”.
“La conclusión es que sería una guerra catastrófica, si esto se convierte en un combate y si no somos capaces de resolver esta situación por medios diplomáticos”, concluyó el secretario de Defensa.
Pyongyang ha llevado a cabo dos pruebas nucleares y decenas de lanzamientos de misiles en lo que va de año, a pesar de las importantes sanciones económicas impuestas por Naciones Unidas.
Los dirigentes del G7 calificaron el sábado las pruebas nucleares y de misiles norcoreanos de “amenaza grave”, y se mostraron dispuestos a tomar medidas al respecto, mientras que, tras el último lanzamiento, el presidente surcoreano Moon Jae-In pidió una reunión del Consejo Nacional de Seguridad para abordar el tema.