Desde las postrimerías del regimen del coronel José María Lemus, con mayor precisión en el mes de agosto de 1960, el pueblo salvadoreño no veía una situación de violación al derecho de expresión y a la Libertad de Prensa, como valientemente lo ha denunciado el periodista Rafael Domínguez, obligado a salir del aire con su noticiero “Asi Estamos” que a diario presentaba en canal 8 de televisión.
Rafael ha sido sencillo en su denuncia: “Nos vamos del aire porque hay gente a la que no le gusta que se le digan las cosas tal como son; no les gusta la manera cómo nosotros abordamos las temáticas (…) nos vamos porque esa gente está presionando para que nos saquen del aire. Así de sencillo”.
El periodista Domínguez enfatizó que la censura de la cual ha sido objeto tiene que ver con “la gente que todavía no se enteró que el país vive en democracia, que el país necesita escuchar la verdad o al menos escuchar puntos de vista diferentes”, recalcó.
Las declaraciones las formuló Rafael en una de las últimas ediciones de su programa “Así estamos”.
No mencionamos como violatorio el caso del experiodista Mauricio Funes, cuando laboraba en canal 12, porque siempre pensamos que se trató de una acción “estratégica” de la izquierda, concebida, planificada y llevada a cabo para poner a Funes en la presidencia.
El periodista y escritor Alvaro Menéndez Leal, fundador del primer noticiero televisivo en El Salvador “Telediario” que se transmitía desde las oficinas que el poeta ocupaba en el viejo Edificio Central, en el centro histórico de San Salvador, fue conminado a cerrar su noticiero por sus desaveniencias con el entonces presidente “Chema” Lemus.
Con la boca cubierta con varias tiras de esparadrapo blanco haciendo forma de cruz, el entonces más periodista que escritor, utilizando lenguaje de señas, le dijo al pueblo salvadoreño en aquella ocasión, que el mandatario le había enviado un mensaje de muerte y que tenía que salir del aire o amanecer “tilinte” en cualquier cuneta del antiguo y muy parecido al de ahora, San Salvador.
Diariolatino.net aprovecha para reiterarle a Rafael Domínguez su solidaridad abriendo sus puertas para lo que él considere conveniente. No se puede hablar de democracia en un país donde no se respeta el derecho a la libre expresión y la Libertad de Prensa.
EVB
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