Autoridades de la Policía Nacional y de la Fiscalía General de la República localizaron el pasado fin de semana los cuerpos sin vida de cinco personas pertenecientes a una misma familia que fueron sepultadas en un cementerio clandestino ubicado en el cantón Flor Amarilla de Santo Tomás, después de una semana de haber sido privadas de libertad por supuestos pandilleros del Barrio 18.
El lugar donde enterraron a las víctimas fue descubierto después que un pandillero lo denunciara a la Policía a cambio de recibir condición de criteriado.
Las víctimas fueron identificadas como Jesús Antonio, de 30 años, José de 15, Yimi Ernesto, Gabriela Vanessa y Gersos, todos de apellido Zaldaña. Versiones oficiales aseguraron que las víctimas estaban desaparecidas desde el Viernes Santo.
Los familiares de los asesinados dijeron a los medios de comunicación que las autoridades les han ordenado no hacer comentarios sobre lo sucedido supuestamente para no entorpecer las investigaciones. Extrajudicialmente se dijo que las víctimas no tenían nexos de pandilleros pero vecinos del lugar afirman que esa zona es un sector donde predominan pandilleros de la Mara 18.
