Cuba aprovecha Declaración VII Cumbre del Caribe para pedir fin a bloqueo económico, comercial y financiero

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La VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe culminó este sábado con la aprobación de la Declaración de La Habana y el Plan de Acción 2016-2018, documentos que guiarán el trabajo del mecanismo para los próximos años y dan continuidad a los concertados hace tres años en la Cumbre en Pétion Ville, Haití, en abril del 2013.

Los jefes de las delegaciones presentes en la cita que sesionó desde el pasado 2 de junio en la capital cubana también emitieron un co­municado especial sobre Venezuela.

Los Estados del mecanismo creado en 1994 en Cartagena de Indias, Colombia, reconocieron su importancia como organismo de consulta, concertación y cooperación para avanzar en la unidad en beneficio de todos los pueblos, refiere el texto publicado en el sitio web de la Cancillería cubana (Cubaminrex).

En la Declaración de 44 puntos agradecieron al Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro, al Gobierno y pueblo cubanos, “por su hospitalidad y por la excelente organización”.

Reiteraron “la responsabilidad de nuestros Estados en la construcción de sociedades justas, equitativas, centradas en el ser humano e inclusivas”; y reconoce los retos que enfrenta el Gran Caribe, particularmente los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, para alcanzar el desarrollo sostenible.

Respecto a la vulnerabilidad de la región del Gran Caribe, ratificaron la necesidad de prio­rizar el enfoque de gestión integral del riesgo de desastres y reducir las vulnerabilidades de esos países.

Reconocieron además la importancia del mar Caribe como activo común de nuestros pueblos, y ratifican la responsabilidad compartida en la preservación de su integridad ecológica.

Resaltaron la importancia de la 21 Con­fe­rencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático que adoptó el Acuerdo de París e instaron a “fortalecer el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y las capacidades respectivas a la luz de las diferentes circunstancias nacionales en el contexto del desa­rrollo sostenible y los esfuerzos por erradicar la pobreza”.

La necesidad de fortalecer la capacidad de concertación y cooperación en la AEC para enfrentar los desafíos del contexto mundial actual, agravados por las crisis económicas y financieras y los impactos adversos del cambio climático, también fue incluida.

Rechazaron el racismo y todas las formas de discriminación, xenofobia e intolerancia de cualquier otra índole e insiste en el compromiso con los derechos humanos de todos los migrantes, independientemente de su es­tatus migratorio.

En ese sentido, refirieron la necesidad de una migración regular, ordenada y segura para garantizar “el efectivo enfrentamiento al tráfico ilícito de migrantes y la trata de per­sonas, así como toda discriminación contra ellos”.

Reafirmaron asimismo su compromiso “con un sistema multilateral de comercio, basado en normas, abierto, transparente, predecible, inclusivo, justo, equitativo y no discriminatorio, en el marco de la Organización Mundial del Comercio”, y con una “liberalización del co­mercio” para reducir las asimetrías y promover el desarrollo sostenible, con especial énfasis en las pequeñas economías.

La voluntad de unir los territorios por rutas marítimas y aéreas para facilitar el intercambio de bienes y servicios que contribuyan al desarrollo del comercio y la inversión en el Caribe, fueron recogidas igualmente.

Invitaron en ese sentido a todos los Es­ta­dos Miembros y Miembros Asociados “a se­guir trabajando en el desarrollo de proyectos turísticos multidestino y la creación de líneas marítimas y aéreas”.

El texto agrega que los países caribeños ratificaron “el compromiso con la promoción del turismo sostenible, como uno de los ejes transversales para el cumplimiento de los Ob­jetivos de Desarrollo Sostenible”.

En tal sentido, instaron a los Estados Miem­bros y Miembros Asociados a implementar el Convenio para el Establecimiento de la Zona de Turismo Sustentable del Caribe, que re­dundará en la sustentabilidad de nuestro Mar Caribe.

Celebraron los proyectos apoyados por los gobiernos de México y Finlandia, destinados a fortalecer la capacidad para la reducción del Riesgo de Desastres, tales como el proyecto para el Fortalecimiento de las Infraestructuras de Datos Espaciales en los Estados y Te­rri­torios Miembros de la AEC y la Plataforma de Información Territorial del Caribe para la Pre­vención de Desastres.
Como resultado de esta cita se propusieron mejorar la conectividad y facilitar el co­mer­cio como Mapa de Rutas Marítimas, Trán­sito Internacional de Mercancías y Transporte Marítimo de Corta Distancia; establecieron la nueva ruta Barbados-Bogotá-Barbados (a iniciativa de Colombia); desarrollaron la Tercera Fase de la Zona de Turismo Sostenible del Ca­ribe con el apoyo del Programa Interreg.

También crearon una Red de Carnavales en Santiago de Cuba, e iniciaron un programa de Formación en Idiomas.

FUNCIONAMIENTO INTERNO

Otro de los asuntos aprobados durante la VII Cumbre de la AEC fueron los planes de acción del bloque que guían el trabajo de los Comités cada tres años y establecen el presupuesto requerido para su implementación en las Cumbres de Jefes de Estado y/o Gobierno.

Acordaron, como una siguiente fase en el exitoso proceso de revitalización cumplido en los últimos cuatro años, iniciar un proceso de reflexión sobre los mecanismos de funcionamiento de la AEC con el objetivo de continuar profundizando la eficacia de su gestión, en cumplimiento de las prioridades establecidas por los Jefes de Estado y/o Gobierno de la Asociación”.

Para tal fin, instruyeron a la Mesa Directiva del Consejo de Ministros “crear un grupo de trabajo con la Secretaría General para realizar las propuestas pertinentes al próximo Con­sejo de Ministros”.

Los países dieron la bienvenida a San Mar­tín como Miembro Asociado de la AEC en nombre propio.

Solicitaron también a la Secretaría General “formalizar la Unidad de Gestión del Fondo Especial como una oficina permanente, en aras de consolidar la gestión de recursos y financiamiento internacional en las áreas prioritarias para la AEC”.

Solicitaron además “trabajar para el mayor fomento posible de la cooperación y el desa­rrollo en los campos de la cultura y de la educación, en aras de contribuir al reforzamiento de la unidad del Gran Caribe y de su desarrollo integral y sostenible”.

Felicitaron al secretario general, Alfonso Múnera Cavadía, por cumplir “exitosamente su mandato al frente de la Asociación” y a la embajadora June Soomer por su elección co­mo nueva Secretaria General.

ESCENARIO INTERNACIONAL

En la Declaración de La Habana los representantes caribeños hicieron referencia a los principales procesos sociopolíticos que tienen lugar en la región en estos momentos.

Manifestaron al respecto su apoyo al proceso de paz colombiano, los esfuerzos para superar la crisis electoral en Haití, y acogieron con satisfacción el restablecimiento de las re­laciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.

En ese punto, reiteraron el rechazo a la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, reafirmaron el llamado al gobierno estadounidense a  que ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que impone a la Mayor de las Antillas y exhortaron al presidente Barack Obama a que utilice sus “am­plias facultades ejecutivas para modificar sustancialmente la aplicación del bloqueo”.

“La devolución a la República de Cuba del territorio que ocupa la Base Naval de los Es­tados Unidos en Guantánamo debe ser un elemento relevante del proceso de normalización de las relaciones entre ambos países, me­diante un diálogo bilateral apegado al De­re­cho Internacional”, agrega el documento apro­bado por los participantes.

Ratificaron asimismo la vigencia de la proclama de América Latina y el Caribe como Zo­na de Paz, suscrita por los Jefes de Estado y de Gobierno en la Segunda Cumbre de la Co­munidad de Estados Latinoamericanos y Ca­ribeños (Celac), celebrada en La Habana en enero del 2014.

La firme condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, “donde quiera que se cometa y por quien quiera que se realice” tuvo espacio en los debates. Sobre ello, las naciones caribeñas se comprometieron a “cooperar activa y eficazmente para prevenir, investigar, sancionar y combatir toda expresión de este flagelo”.

Reiteraron “el compromiso con el desarme general y completo, en particular el desarme nuclear”, mientras subrayaron su compromiso con el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina y el Caribe.