¿Cuán radical será el cambio en Estados Unidos con Trump?

Los republicanos tienen grandes planes para Estados Unidos. ¿En qué medida podrán transformar el aparato del Estado? ¿Cuánto quedará del sistema de contrapesos?

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«Este día quedará para siempre en la memoria como el día en que el pueblo estadounidense recuperó el control». Así lo subrayó Donald Trump en el discurso que pronunció tras ganar las elecciones. Estados Unidos dio un visible giro hacia la derecha. Los republicanos del movimiento MAGA («Make America Great Again») tienen mayoría en el Senado y es probable que también la logren en la Cámara de Representantes.

La gran diferencia con el triunfo electoral de 2016, es que Trump está ahora mucho mejor preparado, según Stormy-Annika Mildner, directora del centro de análisis independiente Aspen Institute, de Alemania. «Trump ha aprendido que puede ser problemático para él tener en su equipo gente que no sea leal», dice a DW. Por eso, Mildner cree que Trump sólo se rodeará ahora de verdaderos adeptos.

La agenda republicana

La investigadora prevé que el documento estratégico «Proyecto 25» tendrá importancia en cuanto a contenidos. Trump se distanció oficialmente del manifiesto de la ultraconservadora «Heritage Foundation». Pero investigaciones de medios estadounidenses dan a entender que al menos algunos de los seguidores de MAGA participaron en la elaboración del texto. En el marco del cambio de Gobierno, podrían escalar a puestos de gran influencia.

Además, durante la campaña, Trump hizo suyas demandas centrales del documento: sus propuestas de política migratoria y de protección de las fronteras coinciden con las de la Fundación Heritage. Y también él quiere incrementar la explotación de combustibles fósiles y atenuar normas de protección climática.

Los planes de Trump para proteger las fronteras coinciden con los del «Proyecto 25»

Cargos influyentes

Una palanca importante para poner en práctica esos propósitos son los organismos federales. En el «Proyecto 2025» hay un capítulo de 32 páginas dedicado a EPA, la institución encargada de la protección del medio ambiente. Su autora, Mandy Gunasekara, jefa de gabinete de ese organismo durante el primer Gobierno de Trump, se baraja como la posible futura directora. Fue citada por The New York Times diciendo que, en la segunda presidencia de Trump, se desea «derribar y volver a levantar» las estructuras de EPA.

También se espera con impaciencia saber a quién nombrará para dirigir el Departamento de Justicia, que Trump por lo visto quiere utilizar para la persecución legal de opositores. La emisora pública NPR contabilizó más de 100 amenazas de este tipo durante la campaña electoral.

Tras cuatro años de pausa, el movimiento MAGA tendrá la vía libre para nombrar jueces conservadores, dado que los republicanos dominarán el Senado, que debe aprobar las designaciones. En el primer período de Trump fueron nombrados así 234 jueces, incluyendo tres de la Corte Suprema.

Controles y contrapesos

Los republicanos querrán llevar a cabo una gran reorganización del Estado dentro de las directrices que marca la Constitución. Según Mildner, es probable que la propia Constitución no se modifique, ya que las enmiendas son complicadas y también podrían perjudicar a los republicanos cuando en algún momento vuelvan a estar en la oposición.

Por otra parte, Mildner se muestra confiada en que otras instituciones, como los medios de comunicación, ejerzan su función de control y contrapeso. También los Estados gobernados por demócratas se preparan para duras contiendas políticas. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, se dirigió directamente a Trump: «Si usted intenta perjudicar a neoyorquinos o restringir sus derechos, combatiré cada uno de sus pasos».

Mildner atribuye a Estados Unidos mucha resiliencia y capacidad para enfrentar crisis. «Por eso, de ningún modo diría que este es el fin de la democracia estadounidenseW, dijo a DW. Sin embargo, piensa que «estos cuatro años contribuirán a que aumente la polarización».

Con información de Deutsche Welle