¿Cuál es la “receta” para hacer que un país sea feliz?

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El último Reporte Mundial  de la Felicidad de la Organización de las naciones Unidas  coloca a Dinamarca entre los países más felices del mundo y en una lista de más de cien países ubica a El Salvador en un poco honroso 46 lugar a El Salvador.

El Reporte Mundial de la Felicidad entregó los detalles según los cuales, la felicidad de los habitantes de un país radica en el grado de confianza, bienestar, riqueza, libertad, trabajo, democracia, sociedad civil, y balance de relaciones entre trabajo y vida familiar, puedan tener. Según el Reporte, el balance de estos factores viene siendo la clave para determinar el grado de felicidad.

No sólo importa que la economía de un país crezca; ahora es tanto o más relevante, el cómo ese crecimiento impacta positivamente en la vida de los habitantes. Más que estándares de vida, se trata de calidad de vida. Esa es la exitosa clave que Dinamarca exhibe año tras año y que los líderes globales miran para entender por qué hay países más felices que otros. Claro que este equilibrio no es simple ni casual, contiene elementos que, por sí sólos son difíciles de alcanzar: una sociedad potente, funcional y participativa solo es posible si se alcanzan altos niveles de desarrollo, prosperidad y confianza.

CONFIANZA.- Una de las razones fundamentales de este resultado es que Dinamarca alcanza, comparado con otros países, altísimos niveles de confianza entre sus ciudadanos, instituciones y autoridades. Los daneses confían los unos en los otros, lo que obviamente, hace las cosas mucho más simples.

BIENESTAR.- El estado danés se preocupa de las necesidades básicas de la población, reduciendo considerablemente la incertidumbre y las preocupaciones. Esto es en especial significativo entre los menos acaudalados, que en Dinamarca tienden a ser un segmento poblacional mucho más feliz que en el resto del mundo.

RIQUEZA.- El alto nivel de ingresos de los daneses explica, en buena parte, el por qué de su felicidad. Los países y las personas más prósperas son, en general, más felices que los que tienen menores ingresos. Además, el alto nivel de desarrollo personal y profesional muestra que los daneses invierten en sí mismos, lo que prueba que la felicidad también está ligada a en qué  la riqueza que se genera.

LIBERTAD.- El Reporte Mundial de la Felicidad indica que los daneses sienten que tienen más control sobre sus propias vidas que el resto de los habitantes del planeta. Esto se refleja en que cuentan con una serie de derechos esenciales para tomar decisiones sobre sí mismos, y sobre la sociedad en la que viven: un aspecto clave -según la institución- para alcanzar la felicidad. Christian Bjørnskov, economista: “En Dinamarca, tenemos un nivel de confianza extremadamente alto. Ésa es una de las razones más importantes de nuestra felicidad”

TRABAJO.- El sueldo no es la única ventaja de tener un empleo: Trabajando se adquieren relaciones sociales, identidad, propósito y significado personal, entre otros. Por lo tanto, no cabe duda en que el acceso al trabajo es muy relevante para conseguir ser feliz. En Dinamarca, donde en los últimos 10 años la tasa de desempleo promedia un 2,6%, los puestos laborales se caracterizan, en general, por alcanzar altos niveles de autonomía y calidad, ambos factores determinantes para el bienestar

DEMOCRACIA.- Dinamarca cuenta con una democracia bien desarrollada con un alto nivel de participación, buena administración y un bajísimo índice de corrupción. Esto entrega la posibilidad de generar cambios sociales de forma expedita cada vez que se vuelve necesario.

SOCIEDAD CIVIL -Dinamarca es uno de los países con mayor nivel de cohesión social en el planeta: con un altísimo grado de participación ciudadana. Una de las razones para este resultado es la masiva práctica de voluntariados. Tanto estas actividades, como las relaciones sociales saludables son claves para la felicidad.

BALANCE VIDA PERSONAL / TRABAJO.-  La habilidad para tener una vida personal y familiar compatible con las actividades laborales es crucial para la felicidad. Los daneses tienen tiempo para la vida familiar y para divertirse, al mismo tiempo que desarrollan carreras de alto nivel con la flexibilidad de elegir el lugar desde donde trabajan. Será ese el caso de El Salvador como para asegurar torpemente que es uno de los países más felices del mundo?