Corea del Norte echa pie atrás en su amenaza de atacar Isla de Guam

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Miami.- Corea del Norte bajó  el tono y aseguró que ha decidido “observar un poco más” las acciones de EEUU antes de ejecutar su amenaza de bombardear Guam, además de instar a Washington a “desactivar la tensión y prevenir un peligroso conflicto militar”.

El líder norcoreano, Kim Jong Un, parece dar nuevo impulso a los esfuerzos tras bambalinas para encontrar una resolución pacífica a la crisis nuclear en la Península Coreana, apunta la Voz de América.

“De cara a desactivar la tensión y prevenir un peligroso conflicto militar en la península coreana, es necesario que EEUU se decante primero por una opción adecuada y lo demuestre con acciones”, dijo Kim según el texto de KCNA.

Según el reporte de VOA el gobierno de Corea del Norte informó el martes que Kim fue enterado sobre los planes de su ejército de lanzar misiles en las aguas cercanas a Guam, como parte de un esfuerzo por crear un  cerca del centro militar estadounidense en el Pacífico.

Kim elogió a los militares por elaborar un “plan cercano y cuidadoso” y dijo que vería la “conducta tonta y estúpida de los Yankees”, antes de decidir si dar una orden para la prueba de misiles, según informó la agencia oficial de noticias de  Corea del Norte.

Corea del Norte llevará a cabo los lanzamientos de misiles planeados si los “yanquis persisten en sus peligrosas acciones sobre la Península Coreana y sus alrededores”, y que los Estados Unidos debe “pensar razonablemente para evitar la vergüenza”, dijo además el líder norcoreano.

Advirtió de que Pyongyang tomará una “importante” decisión si Washington persiste en llevar a cabo sus “imprudentes y extremadamente peligrosas acciones”.

El intento de lanzar misiles contra Guam sería un acto profundamente provocativo desde la perspectiva estadounidense. El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, dijo que cualquier ataque norcoreano podría llevar a la guerra.

Los comentarios de Kim, sin embargo, con su tono condicional, parecían sostener la posibilidad de que la fricción se aliviara si los Estados Unidos hiciera algún tipo de gesto para que Pyongyang considerara alejarse de anteriores “acciones peligrosas extremadamente peligrosas”

Ejercicio EEUU

En este sentido, las palabras atribuidas a Kim parecen apuntar a los ejercicios militares Ulchi Freedom Guardian, que las tropas surcoreanas y estadounidenses tienen previsto iniciar el próximo lunes y que podrían volver a avivar la tirantez regional.

El régimen de los Kim considera una provocación estas maniobras, una simulación computarizada a gran escala que involucra a decenas de miles de efectivos y que según los aliados tiene naturaleza defensiva y solo pretende ensayar respuestas a una hipotética invasión norcoreana del Sur.

El lunes, el General del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, Joseph Dunford llevó a cabo una serie de reuniones con altos militares de Corea del Sur, funcionarios políticos y medios de comunicación con los que conversó los intentos de aliviar ansiedades de amenazas entre el presidente Donald Trump y Corea del Norte. Sin embargo también mostró su compromiso con respaldar las advertencias de Trump si es necesario.

Dunford explicó a periodistas que Estados Unidos quiere resolver pacíficamente las tensiones con Corea del Norte, pero Washington también está dispuesto a utilizar la “gama completa” de sus capacidades militares en caso de provocación, dijo Dunford.

Más temprano, el secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis,  había advirtido que cualquier ataque de Corea del Norte podría escalar rápidamente a una guerra. Mattis dijo que el ejército estadounidense defendería a su país “de cualquier ataque, a cualquier hora y desde cualquier punto”.

La escalada

La tensión entre Washington y Corea del Norte se ha disparado en la última semana después de que el país asiático amenazara con atacar territorio estadounidense en respuesta a las últimas sanciones de la ONU que castigan sus lanzamientos de misiles.

El presidente de EEUU, Donald Trump, respondió con un tono inusualmente beligerante a Pyongyang, que aseguró entonces que preparaba un plan para bombardear Guam, desde donde acusa a Washington de estar desplegando  para presionar al hermético Estado nororiental y lograr que abandone su ambiciones atómicas.

Seúl busca evitar la guerra

En Seúl, el presidente surcoreano, Moon Jae-in, también quiso apaciguar hoy los ánimos y aseguró que su gobierno “evitará una guerra a toda costa”.

“Debemos resolver pacíficamente el problema nuclear norcoreano sin importar los baches que haya”, afirmó Moon en un discurso pronunciado con motivo del día de la independencia nacional en el que se conmemora el final del dominio colonial japonés sobre la península de Corea, que duró de 1910 a 1945.

Moon subrayó que Corea del Sur no consentirá que su aliado estadounidense realice un ataque preventivo, tal y como han insinuado en varias ocasiones miembros del gobierno de Donald Trump.