Con récord de Messi Argentina llega a la final de la Copa América y espera por Colombia o Chile

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Una Argentina de alto nivel llegó el martes a la final de la Copa América Centenario guiada por su estrella Lionel Messi, que se transformó en el artillero histórico de su selección en la goleada 4-0 al anfitrión EEUU, y espera a su rival para el duelo decisivo entre Colombia y Chile.

La albiceleste se floreó en el estadio NRG de Houston (Texas) marcando claras diferencias ante un rival disminuido por lesiones, aunque las estrellas argentinas encabezadas por Messi brillaron como pocas veces.

Argentina alcanzó su tercera final consecutiva en tres años y buscará revancha de las derrotas en el Mundial de Brasil-2014 y la Copa América de Chile-2015.

Acostumbrado a pulverizar récords en el Barcelona, Messi anotó para la albiceleste en el 2-0 de la victoria parcial con un exquisito tiro libre que lo transformó en el artillero histórico de Argentina con 55 goles, uno más que el legendario Gabriel Batitusta.

El sábado pasado lo había igualado, marcando uno de los tantos en la goleada 4-1 frente a Venezuela en los cuartos de final.

Messi y sus muchachos vienen sorteando rivales con una catarata de goles con un solo objetivo: llegar a la final y llevarse un título que se le niega hace 23 años.

“Ojalá se de de una buena vez”, dijo Messi tras el partido, mostrando la pesada mochila que carga la albiceleste por la sequía de títulos.

El crack integra una generación con Javier Mascherano, su compañero del Barcelona, Sergio Agüero (Manchester City), Gonzalo Higuiaín (Nápoles) y Angel Di María (PSG francés) que están entre los jugadores más cotizados del mundo, pero aún no han llevado nada a las polvorientas vitrinas de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

La diferencia es que ahora, además de la barba, los mosqueteros y el rey están llevando a la albiceleste el poder de fuego que tienen en sus clubes europeos.

Un total de 18 goles en cinco partidos marcados por nueve jugadores diferentes no es poca cosa, y mejor aún si su defensa solo ha recibido dos y se muestra sólida a diferencia de años anteriores.

– ¿Y dónde está la Pulga? –

La clave del partido era si Estados Unidos podría armar un esquema para neutralizar a Messi, pero todo quedó en evidencia muy temprano cuando el capitán argentino se hizo dueño del balón y lo distribuía con sus pases punzantes como lo hace habitualmente en el Barça.

El anfitrión nunca le encontró la vuelta, lo dejó solitario como si fuera un jugador más y lo pagó caro.

El entrenador de Estados Unidos, el alemán Jürgen Klinsmann, se rindió ante la superioridad abrumadora de la formación sudamericana.

“Ustedes vieron esta noche porqué son el equipo número uno del mundo. Una gran felicitación a Messi, Higuaín, Mascherano y estos muchachos. Jugaron con gran clase”, dijo el técnico alemán tras el partido.

Pese al claro triunfo, no hubo festejos en las calles de Buenos Aires. Los argentinos, incrédulos, parecen decir: “hasta que no lo veo, no lo creo”.

Es que Argentina jugó cinco finales desde 1993 y las perdió todas. Además de las dos consecutivas en un año (Mundial-2014 y Chile-2015), la albiceleste se quedó en el intento en Perú-2004, en la Copa Confederaciones de 2005 y Venezuela-2007.

– Respeto mutuo –

Sin asustarse por la espectacular goleada de Chile 7-0 en cuartos contra México, Colombia espera confiada, pero con respeto, a la Roja para el choque del miércoles en Chicago (norte).

“De Chile hay que tener cuidado de todo. Es un equipo con mucho trabajo, flexible, rápido, que cambia a muchas posiciones y con grandes jugadores”, sintetizó este martes José Pekerman en rueda de prensa en Chicago, 24 horas antes del partido.

El actual campeón de América metió miedo en el partido con México, incluido un póquer del delantero Eduardo Vargas, coronando la mejor actuación, por lejos, desde que el argentino Juan Antonio Pizzi tomó las riendas de la Roja en reemplazo de su compatriota Jorge Sampaoli.