Por Mauricio Eduardo Colorado.
Efectivamente estimado lector, nos referimos a la “noticia” relativa a la negociación de representantes del partido de oposición ARENA, con dirigentes de las pandillas o “maras” que aparentemente sostuvieron después de la primera vuelta electoral en donde el partido de gobierno, al no alcanzar mayoría absoluta, se vio obligado a una segunda vuelta, con el resultado de mantener una mayoría por escasos seis mil votos.
A nuestra manera de ver, la divulgación del video (que no es completo, ya que tiene gran cantidad de espacios oscuros, donde únicamente se aprecia audio) es simplemente una estrategia de oponer otro caso de pandillas, para combatir el impacto que tan negativamente ha afectado a la izquierda, con la “famosa” tregua, en la que se involucra a funcionarios del gobierno pasado, y de los cuales algunos permanecen en el gobierno actual.
Sea esta la razón de publicar el “video” hasta ahora, o sea cualquier otra razón, lo cierto es que los salvadoreños estamos hartos de la bajeza a la que hemos llegado en el ocultamiento que ambas partes –gobierno y oposición” han llegado, sea por pelearse unos votos, ya sea por cualquier otra razón.
Percibimos que la gran mayoría de salvadoreños, los que no son fanáticos de ningún partido condenan los niveles rastreros a los que han llegado los políticos en su afán de abrazar el poder de la nación. Créanlo o no, señores políticos, los salvadoreños tienen adormecida la memoria, pero la tienen atrofiada. Parecería mentira si recordáramos que clase de funcionarios tenemos, hemos tenido y tendremos: Borrachos, asesinos, narcos, estafadores, enriquecidos ilícitamente, y un larguísimo etcétera.
Que si nosotros hicimos esto, que si ustedes hicieron aquello, que si cometieron fraude, que si lo cometieron, que si negociaron con pandillas, o que si no lo hicieron… El pueblo, -lo repito-está harto de tanta basura que sale de los políticos, o de los altos funcionarios del estado.
De alguna forma, es obligatorio salir de ese marasmo en el que a diario vemos involucrado al cuerpo de políticos, que por mas leyes u organismos que pretenden transparencia, legalidad, cumplimiento de la ley, honestidad, probidad, y en fin tanta palabra simpática y decente con las que se desean llenar las actividades del estado, con los hechos del diario vivir, lo lanzan con estrépito por la cloaca o al despeñadero.
En lo personal tengo el convencimiento de que hay acciones o actitudes que no tienen defensa, porque son reprobables, vengan de donde vengan, y que pretender defenderlas no deja de ser una actividad política necesaria para el censurado de “recuperar” el prestigio “perdido” en el ataque del adversario.
Felicitamos al Fiscal recién electo cuando declara que no se dejara arrastrar por intereses políticos en este tipo de ataques y defensas que no dejan de ser actividades políticas que en nada ayudan a enaltecer a la nación. De todos es sabido (o por lo menos asi lo creemos) que Costa Rica es en Centro América el pueblo que mejor nivel político tiene. Ellos han logrado esa creencia por varias razones, pero la principal es que la gente ha entendido que solamente con educación los pueblos saldrán adelante. Por otra parte entendemos que las ideologías de los partidos son diametralmente opuestas, pero de la misma forma creemos que existen –deberían existir por lo menos- principios generales básicos, llamémoslos de nación, que todos los salvadoreños deberíamos aceptar y respetar.
Negociar con las pandillas es renunciar a los valores que no cambian (o por lo menos no deberían cambiar) en el ser humano. Nos cuesta imaginar que en el futuro próximo se pueda negociar el robo, el homicidio, la violación, la extorsión, como si fueran productos del mercado. La escala de valores humana es y será siempre NO NEGOCIABLE, ni tendrá precio en numerario. Si seguimos en este debilitado camino, hacia donde nos conducimos es hacia la destrucción de nuestro país. Permitir que las maras se adjudiquen territorios, es el inicio de la secesión que nos llevará a la destrucción total.
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