Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en su informe más reciente, El Salvador ha cumplido solo una de las 38 recomendaciones emitidas en 2021, mientras que 23 tienen un nivel de cumplimiento parcial y el resto siguen pendientes.
Entre los temas más críticos, la CIDH señala la falta de avances en la prevención de la tortura, la libertad de expresión y ha denunciado la negativa sistemática del gobierno a investigar actos de espionaje contra periodistas y las restricciones al acceso a la información.
Además, el informe destaca la preocupante situación de los defensores de derechos humanos, quienes enfrentan amenazas, hostigamientos y persecución. La aplicación del régimen de excepción ha sido otro punto de controversia, ya que ha llevado a detenciones arbitrarias masivas y condiciones de reclusión inhumanas.
El Congreso de España incluso ha comenzado a discutir las violaciones a los derechos humanos en El Salvador, instando al gobierno español a exigir el restablecimiento de las garantías suspendidas bajo el régimen de excepción.
A pesar de las críticas, el gobierno salvadoreño ha mantenido su postura, negando muchas de las acusaciones y justificando sus medidas como parte de su estrategia de seguridad. Sin embargo, la presión internacional sigue aumentando, y la CIDH continúa monitoreando la situación en el país.
Guatemala fuera de la lista
La CIDH sacó a Guatemala de su lista negra de los países donde observa violaciones graves de los derechos humanos. Guatemala sale en parte porque el gobierno del presidente Bernardo Arévalo, quien asumió el cargo en enero de 2024, ha permitido a la CIDH visitar el país.
“Cuando es así la Comisión le da una oportunidad para mejorar la relación y tener un dialogo más productivo” pero “sigue teniendo serios problemas de institucionalidad democrática”, explicó a periodistas la vicepresidenta del organismo, Andrea Pochak.
Es una “radiografía de la situación de derechos humanos en todos los países de la región” con “tendencias positivas en algunos temas” como la igualdad de género, los pueblos indígenas y las personas mayores, explicó.
Pero también “regresivas” en el ámbito de la “independencia judicial, la institucionalidad democrática, las persecuciones de defensores de los derechos humanos, políticas migratorias o el uso de la violencia por policías y militares”, añadió.
La CIDH, un órgano independiente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), retiró a Guatemala del capítulo IV.B, un apartado que alerta de amenazas sistemáticas a los derechos humanos.
