El incendio que arrasó el pasado fin de semana la localidad de Paradise en California, es el más mortal de la historia del Estado desde que hay registros. En la búsqueda entre los escombros de la ciudad calcinada, fueron hallados entre el domingo y el lunes 19 cadáveres, lo que eleva la cifra provisional a 42. El incendio más mortal del que había registros se produjo en 1933. La búsqueda no ha terminado. Cinco días después de comenzar el incendio, todavía hay 200 personas que están siendo buscadas por sus familiares y constan como desaparecidas.
El fuego ha arrasado ya 45.000 hectáreas y ha destruido 6.700 construcciones, la gran mayoría viviendas. La ciudad de Paradise (26.000 habitantes) ha quedado arrasada. Decenas de miles de personas permanecen bajo orden de evacuación obligatoria. El Camp Fire es, además de los muertos, el incendio que ha provocado más destrucción material de la historia de California.
Los primeros cadáveres identificados tenían entre 48 y 77 años, según información del sheriff. El patrón que se puede intuir en la tragedia de Paradise se parece al de la tragedia de Santa Rosa, el año pasado, cuando 22 personas murieron en otro incendio de características similares en una zona urbanizada en medio de la naturaleza. En aquella ocasión, la mayoría de las víctimas fueron personas mayores que no pudieron escapar a tiempo.
Al menos 370 casas han sido destruidas. Es una estimación preliminar, porque los bomberos no han podido aún acceder a algunas zonas. El fuego solo está controlado en un 30% y los fuertes vientos hacen que la prioridad absoluta sea contener su expansión y salvar vidas. Solo a última hora del lunes empezaron a levantarse las restricciones en algunas localidades para que la gente pudiera volver a sus casas, pero no en el centro de las montañas.
Los bomberos advirtieron el domingo de que estas no son condiciones habituales de un incendio. Puede cambiar en cualquier momento. Se calcula que 5.700 casas están amenazadas por el Woolsey Fire, entre ellas las mansiones de muchos famosos del mundo del espectáculo. El viernes, el fuego destruyó un rancho que sirve de escenario para películas del oeste desde 1927 y recientemente fue utilizado para la serie Westworld. En los lugares donde han podido acceder las televisiones locales se ven mansiones ardiendo una detrás de otra a toda velocidad. Los residentes de esas zonas llevan cuatro días de angustiosa incertidumbre sobre el daño real que ha hecho el fuego en esas montañas.