Mari Carmen Aponte, la puertoriqueña que conquistó a El Salvador mientras se desempeñó como embajadora de los Estados Unidos en el país, terminó sus funciones en el país y regresó a la capital estadounidense, donde tiene su residencia oficial.
En julio pasado, el presidente Barack Obama la designó, por segunda vez, embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA), nombramiento que no ha avanzado en el Comité de Relaciones Exteriores en esta sesión y que también había quedado pendiente en la anterior.
Aponte fue directora ejecutiva de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (Prfaa) durante el gobierno de Sila María Calderón.
La abogada Aponte estuvo al frente de la delegación diplomática estadounidense en El Salvador desde 2010.
La candidatura de Aponte a la OEA ha estado pendiente desde antes de que Estados Unidos y Cuba reestablecieran relaciones diplomáticas.
Hasta el momento, Cuba, aunque estuvo en la Cumbre de las Américas de abril de 2015, no ha aceptado la invitación de la OEA de regresar al organismo.
Convocados por la Oficina de Asuntos Latinos de Washington D.C. y la escuela Carlos Rosario, sectores de las comunidades puertorriqueña y salvadoreña tienen previsto celebrar mañana en la tarde – en el campus Sonia Gutiérrez -, el retorno a la capital estadounidense de Aponte.