Japón presentó una protesta por la patrulla de los buques de la Guardia Costera de China en disputadas aguas del mar de la China Oriental.
“Las islas Senkaku son una parte inherente del territorio japonés y la invasión a las aguas territoriales fue una violación inaceptable de la soberanía japonesa”, declaró el sábado un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón.
La reacción de Tokio se produjo después de que cuatro buques de la guardia costera china entraran el sábado en aguas de las disputadas islas Diaoyu (Senkaku en japonés), donde permanecieron por dos horas independientemente de las llamadas del servicio de seguridad marítima japonesa para abandonar la zona.
El funcionario nipón, además, denunció que hasta el momento los buques chinos han entrado 16 veces a “las aguas territoriales japonesas”.
Las islas en disputa, situadas a unos 150 kilómetros al noreste de Taiwán, están deshabitadas. Tienen en total una superficie de unos siete kilómetros cuadrados, pero algunos expertos sostienen que podrían albergar importantes recursos marinos y energéticos. Las tensiones entre los dos países se agudizaron, después de que Tokio, en septiembre de 2012, nacionalizara parte de las islas.
Cabe recordar que la semana pasada, el gigante portahelicópteros Izumo de las Fuerzas de Autodefensa de Japón llegó a Singapur para navegar durante cuatro días en las aéreas adyacentes al mar de la China Meridional. Este despliegue marítimo tiene como objetivo enviar un mensaje a Pekín y mostrar el poderío militar de Tokio, aseguró el comandante naval japonés, el contralmirante Yoshihiro Goga, citado por la agencia británica de noticias Reuters
Los oficiales militares de 10 países miembros de la Asociación de Naciones de Sudeste Asiático (ASEAN) también se embarcaron en el portahelicóptero de 248 metros de eslora, precisa la fuente para luego añadir que el portahelicópteros regresó el viernes después de señalar las capacidades navales de Japón.