Crece la tensión entre Brasil e Israel: mientras la Administración Rousseff rechaza al experimentado diplomático, Dani Dayan, como embajador de Israel, en Brasilia se inauguró una nueva sede para la representación del inexistente “Estado palestino”.
Con la presencia de funcionarios izquierdistas del gobierno de Dilma Rousseff, delegados de países árabes y miembros de la comunidad local fue inaugurada la nueva plaza donde se representa la diplomacia terrorista palestina.
Está emplazada en un terreno de más de 5.000 metros cuadrados donado por el entonces presidente Luiz Inácio Lula da Silva, lo cual la hace más grande que muchas otras misiones diplomáticas.
Sin embargo, la cercanía del nuevo edificio a los principales edificios gubernamentales brasileños, como el Palacio del Planalto (la Casa de Gobierno), el Congreso, la Corte Suprema y los ministerios, ha generado suspicacias en el aparato de seguridad porque “los diplomáticos y sus vehículos no se pueden ser revisados” y “ese sitio es estratégico: los terroristas podrían acceder a toda la estructura gubernamental en media hora”, alertó una fuente militar a una revista local.
Mientras, Israel no tiene embajador en Brasil desde diciembre.
