Katrina Hodge recibió el apodo ‘Barbie de combate’ (‘Combat Barbie’) de sus compañeros a modo de broma, cuando en el 2004 la joven se presentó en su primer día de servicio militar en el Ejército del Reino Unido llevando tacones altos, pestañas postizas y una maleta rosa. Pero los abusos sexistas empezaron un año más tarde, informa Mirror Online.
En el marco de una misión en Irak la joven soldado desarmó a un yihadista y salvó la vida a cinco de sus compañeros. Debido a ello, Katrina fue galardonada por su coraje, pero muchos de sus compañeros masculinos empezaron a burlarse de ella y a decir que los jefes la destacaron solo porque “no era un hombre”.
Hodge dice que recibía cartas humillantes y fue abordada varias veces en el comedor. “Una vez me arrojaron una lata de refresco. Me contuve para no llorar ante ellos, pero en mi habitación sí rompí a llorar”, recuerda la mujer. Los jefes tras enterarse de lo ocurrido prefirieron mantenerse al margen.
Después de que en el 2009, Hodge ganó el título de Miss Inglaterra, el conflicto con sus compañeros varones fue a peor. “Han sido 12 años de infierno para mí y no voy a tolerarlo más”, decidió la militar en el 2015, tras lo cual abandonó las filas del Ejército británico.
La mujer afirma que hasta ahora sufre asaltos sexistas por parte de militares en las redes. “En el año 2018 no es aceptable que las mujeres sean degradadas de esta manera. Es puro sexismo”, sentenció Hodge.