En 1995 la apocalíptica y turbia secta Aum Shinrikyo, originaria de Japón, fue noticia por un ataque mortal con gas sarín en el metro de Tokio, en el que murieron 12 personas.
Esta semana volvió a estar de actualidad porque la policía rusa ejecutó varias redadas en propiedades vinculadas con ella.
Diez personas fueron detenidas y varias decenas están siendo investigadas.
Pero ¿cuál es la historia de esta secta que ahora apareció en países como Rusia, Ucrania o Bielorrusia?
El origen de la secta
Aum Shinrikyo significa “verdad suprema” y empezó sus actividades en la década de los 80 como un grupo espiritual que aunaba creencias hindúes y budistas, incluyendo luego elementos de profecías cristianas apocalípticas.
El fundador del grupo, Shoko Asahara, aseguraba ser al mismo tiempo Cristo y el primer “iluminado” desde Buda.
El grupo, que aparece mencionado a menudo simplemente como “Aum”, se convirtió oficialmente en una organización religiosa en Japón en 1989.
Asahara construyó una base de seguidores en todo el mundo considerable, hablando en universidades y escribiendo libros.
En su momento cumbre tenía decenas de miles de miembros.
Algunos de sus seguidores en Japón eran estudiantes de universidades de élite.
Mucho se ha hablado de las promesas del grupo de hacer más significativas las vidas de jóvenes a los que se les exigía un alto nivel académico y que se veían obligados a tener carreras laborales exitosas.
El grupo se convirtió gradualmente en un culto del apocalipsis, convencido de que el mundo iba a terminar en una Tercera Guerra Mundial y de que solo ellos sobrevivirían.
También se volvió más violento, secuestrando, hiriendo y matando a sus rivales, incluso utilizando agentes químicos y biológicos en algunos ataques.
¿Qué pasó en Tokio?
El 20 de marzo de 1995, durante la hora pico, miembros de la secta con bolsas llenas del agente nervioso gas sarín entraron en el metro de Tokio y soltaron el gas perforando con afilados paraguas bolsas que llevaban escondidas en papel de periódico.
En el ataque murieron 12 personas y cientos resultaron heridas.
En los meses siguientes, miembros de la secta llevaron a cabo varios intentos fallidos de liberar cianuro de hidrógeno en varias estaciones.
El ataque de 1995 causó gran impacto en Japón, un país que se enorgullecía de su baja criminalidad y su cohesión social.
También generó preguntas sobre por qué la policía no había investigado supuestas actividades criminales anteriores por parte de la secta.
Muchos miembros de Aum fueron juzgados por el ataque: 13 fueron condenados a morir, incluido Asahara, que sigue en el corredor de la muerte.
Tokio conmemora 20 años del ataque al metro con gas sarín
El último en ser juzgado en conexión con el ataque en el metro de Tokio fue Katsuya Takahashi, detenido en junio de 2012 tras permanecer huido durante 17 años.
Fue condenado a cadena perpetua.
El miembro de la secta Makoto Hirata también fue encarcelado en 2014 por el secuestro de un hombre de 68 años y su participación en dos ataques con bomba.
¿Por qué están ahora en Europa?
El grupo se escondió tras los hechos de Tokio, pero no desapareció, pasando a llamarse luego Aleph.
Otro grupo más pequeño, “Hikari no Wa” (El círculo de la luz del arcoíris), liderado por el exportavoz de Aum y sucesor de Asahara, Fumihiro Joyu, fue creado en 2007.
Joyu dijo haber distanciado a su grupo de la veneración de Asahara.
El grupo ya operaba en los exrepúblicas soviéticas durante los tiempos turbulentos que siguieron al colapso de la URRS, pero la región se ha vuelto más importante en los últimos años.
A finales de marzo, Montenegro expulsó a 58 extranjeros sospechosos de asociación con Aum Shinrikyo. Se reunieron en un hotel que habían alquilado en ese pequeño país de la ex Yugoslavia.
Cuatro eran de Japón, pero 43 eran de Rusia, siete de Bielorrusia, tres de Ucrania y uno de Uzbekistán, según el ministerio del Interior.
Las redadas que se llevaron a cabo en Rusia a principios de abril se dirigieron contra 25 propiedades.
El grupo es ilegal en Rusia pero, según la fiscalía, es posible que tenga hasta 30.000 seguidores allí, donde ha estado presionando para obtener donaciones de la gente.
Las autoridades han abierto una investigación criminal porque creen que las actividades del grupo “comportan violencia y daños a la salud de ciudadanos”, reportaron medios estatales.
¿Y en Japón?
Aum Shinrikyo está considerada una organización terrorista en Estados Unidos y en muchos otros países, pero Aleph y Hikari no Wa son legales en Japón, aunque están designadas como “religiones peligrosas” y sometidas a una vigilancia especial.
Según algunas estimaciones, entre ambas tienen 1.500 seguidores, y algunas informaciones señalan que están creciendo.
Algunos defensores de derechos humanos han defendido a aquellos miembros que no han sido declarados culpables de ningún crimen, diciendo que no conocían los planes de atacar el metro de Tokio.
Pero tienen pocas posibilidades de recibir aceptación social u oficial, a pesar de los intentos de distanciarse de los acontecimientos de hace 21 años.
BBC