Por Eduardo Vázquez Bécker.-
El alcalde de Guatemala y expresidente de la República, Álvaro Arzú, fue inhumado este domingo en un cementerio de Antigua Guatemala, departamento de Suchitepéquez, en medio de ovaciones y aplausos de miles de guatemaltecos que acompañaron el féretro del ex mandatario, desde la ciudad capital hasta el sitio histórico donde los españoles fincaron la Capitanía General del Reino de Guatemala en 1776.
En su ruta a la Antigua, el féretro de Arzú permaneció unos minutos del domingo en la Plaza de la Constitución, en la capital guatemalteca, donde también recibió honores por parte de integrantes de la Escuela Politécnica y fuerzas armadas.
Después de un homenaje de la Marina y Fuerza Aérea, de la Policía y del Ejército, con tres helicópteros y varios aviones sobrevolando el área, los restos mortales del expresidente y alcalde capitalino, de 72 años, fueron cargados en hombros por cadetes, donde estaba presente su familia y sus amigos más cercanos.
El la capital, el féretro de Arzú, cubierto con la bandera de Guatemala, recorrió la sexta avenida de la zona 1, y fue despedido con aplausos por guatemaltecos mientras era llevado al edificio de la municipalidad, en donde se le rindió un homenaje en presencia de su familia y trabajadores de la comuna.
Tras los 21 disparos de cañones que hicieron retumbar las cercanías de la alcaldía, el comandante de la Policía Municipal, Fernando Reyes, entregó la bandera de la ciudad de Guatemala y la medalla de Más allá del Deber en gran mérito a la exprimera dama Patricia Escobar de Arzú, tras lo cual sonaron las sirenas de los camiones del Cuerpo de Bomberos Municipales.
El cuerpo de Álvaro Arzú hizo el recorrido por las empedradas calles de la Antigua Guatemala hasta su destino final en un carruaje halado por caballos negros que no cesaban de relinchar.
Finalmente, los restos fúnebres del alcalde capitalino y ex presidente de la República, fueron trasladados hacia un cementerio privado de la Antigua Guatemala donde fueron inhumados la tarde del domingo.
Aunque la familia de Arzú había anunciado que los actos en Antigua Guatemala serían privados, el cortejo fúnebre fue acompañado por miles de antigüeños, quienes lanzaban pétalos de flores a la caravana.
