La ONU reimpuso las sanciones contra el régimen de Irán por su programa nuclear

La decisión, impulsada por Francia, el Reino Unido y Alemania, se tomó tras constatar incumplimientos del acuerdo nuclear de 2015. Teherán calificó la medida de “ilegal” y prometió responder

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El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió el viernes reimponer sanciones económicas de gran alcance a Irán debido a su programa nuclear. La medida, impulsada por Francia, el Reino Unido y Alemania, signatarios del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015, fue justificada por los países europeos con el argumento de que Teherán ha incumplido sus compromisos asumidos en dicho acuerdo, cuyo objetivo era impedir que el país obtuviera armas nucleares.

En la votación realizada en Nueva York, la propuesta de extender la suspensión de sanciones no alcanzó los votos necesarios. La embajadora británica, Barbara Woodward, votó en contra de la resolución. “Instamos a (Irán) a actuar ahora”,subrayó en sus declaraciones recogidas por la prensa y remarcó que el Reino Unido no descarta la vía diplomática de cara a la Asamblea General de la ONU, prevista para la próxima semana, donde los líderes mundiales tendrán oportunidad de reunirse y debatir la situación.

Por su parte, el embajador de Irán ante la ONU, Amir Saeid Iravani, manifestó su indignación tras la sesión. Según declaraciones recogidas por Associated Press, denunció la decisión como “ilegal” y sostuvo que Irán no reconoce obligación alguna de aplicar esta reimposición de sanciones, a la que calificó de “apresurada” e “innecesaria”, en línea con la postura mantenida por Teherán de considerar estas medidas una “política de coerción”.

Desde Israel, las autoridades insistieron en la peligrosidad del programa nuclear iraní, que, según sus fuentes oficiales, carece de fines pacíficos. El ministro israelí de Relaciones Exteriores, Gideon Saar, utilizó la red social X para manifestar que “un Irán con armas nucleares significaría que el régimen más peligroso posee el arma más peligrosa, lo que socavaría radicalmente la estabilidad y la seguridad mundiales”. Saar apeló a la comunidad internacional a impedir de manera definitiva el avance nuclear de la República Islámica.

El embajador de Irán en la ONU, Amir Saeid Iravani (REUTERS/Eduardo Munoz)

Las potencias occidentales, con Francia en primera línea, adelantaron que esperan ver restauradas las sanciones internacionales a finales de mes. En una entrevista difundida por la televisión israelí, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que el proceso está en marcha tras comprobar que las negociaciones más recientes con Irán no ofrecieron resultados concretos.

El fracaso de la moción para mantener la suspensión de las sanciones se enmarca en un contexto de creciente tensión. La votación contó con solo cuatro países a favor (Rusia, China, Pakistán y Argelia), nueve en contra y dos abstenciones. Rusia y China, que intentaron sin éxito bloquear el “snapback” o mecanismo de reimposición automática de sanciones, condenaron la intransigencia de los países europeos y acusaron al Consejo de Seguridad de ser instrumentalizado.

El ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, declaró este viernes a la prensa que presentó una propuesta “justa y equilibrada” para evitar una escalada, pero dicha oferta no fue aceptada. A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores iraní criticó la acción europea como “ilegal, injustificada y provocadora”, y afirmó que “socava gravemente los esfuerzos diplomáticos en curso”. El régimen de Teherán reservó el derecho a responder de forma proporcionada a la medida, aunque no especificó en qué consistiría su reacción.

Las tensiones se han agravado desde la guerra de 12 días entre Irán e Israel, ocurrida en junio, que resultó en el bombardeo de instalaciones nucleares iraníes. Este conflicto, junto con la reactivación de sanciones, derivó en la suspensión de la cooperación de Irán con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y un estancamiento de las conversaciones nucleares con Estados Unidos.

El presidente iraní Masud Pezeshkian y el canciller Araqchi tienen previsto viajar la próxima semana a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, donde buscarán establecer contactos diplomáticos sobre el programa nuclear. Irán sostiene que los países europeos han perdido legitimidad para impulsar la reimposición de sanciones, ya que Estados Unidos se retiró unilateralmente del JCPOA en 2018 y posteriormente volvió a aplicar restricciones unilaterales.

El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, junto al canciller iraní Abbas Araqchi en un encuentro con el ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farhan Al Saud, en Doha, Qatar, el 2 de octubre de 2024 (REUTERS)

En este contexto, la Unión Europea advirtió que la ventana para alcanzar un entendimiento diplomático se está cerrando rápidamente. La jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas, afirmó en una declaración pública que Irán debe mostrar pasos creíbles para satisfacer las demandas y permitir inspecciones sin restricciones del OIEA.

La cláusula “snapback”, contenida en el acuerdo de 2015, prevé la restauración automática de todas las sanciones de la ONU en caso de incumplimiento, sin posibilidad de veto por parte de los miembros permanentes del Consejo. Las sanciones comprenden un embargo de armas, limitaciones al desarrollo de misiles balísticos, congelación de activos, prohibiciones de viaje y restricción a tecnología nuclear.

Según los países firmantes del JCPOA, Irán excedió en más de 40 veces la cantidad de uranio permitida, incumpliendo varias obligaciones del acuerdo. Aunque en fechas recientes el OIEA y Teherán anunciaron la firma de un entendimiento para facilitar acceso y notificaciones de inspección, las potencias europeas consideran que no es suficiente.

El representante iraní ante la ONU agradeció a los países que votaron a favor de evitar el restablecimiento de sanciones y destacó que “han elegido estar en el lado correcto de la historia”. Mientras tanto, la expectativa internacional se concentra en las deliberaciones y posibles movimientos diplomáticos previstos para la Asamblea General la próxima semana en Nueva York.

Con informes de afp/ap/efe