Humorista se impuso en elección Guatemala, pelea por el segundo puesto para el balotaje

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El candidato Jimmy Morales hace una señal a los medios en una conferencia de prensa en Ciudad de Guatemala, el 6 de septiembre de 2015. El humorista Jimmy Morales se impuso el domingo en las elecciones presidenciales de Guatemala, mientras el empresario conservador Manuel Baldizón y la izquierdista Sandra Torres protagonizaban una reñida pelea para lograr un pase a la segunda vuelta el 25 de octubre.

Ciudad de Guatemala, (Agencias/DL) – El humorista Jimmy Morales se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Guatemala y se enfrentará a la izquierdista Sandra Torres o al conservador Manuel Baldizón, que aún luchaban el lunes voto a voto por avanzar a un balotaje.

Morales aseguró su pase a la segunda vuelta electoral con un 24 por ciento de los votos, con el 98 por ciento de las mesas escrutadas, mientras Torres sacaba una ventaja de unos 3.000 sufragios a Baldizón, por lo que será necesario esperar los resultados definitivos, que podrían tardar hasta cinco días, para saber cómo quedará la contienda del 25 de octubre.

Morales, quien hasta hace unos meses era casi un desconocido, capitalizó la frustración ciudadana con los políticos tradicionales tras una oleada de escándalos de corrupción que llevaron a la caída del presidente Otto Pérez Molina y sumieron al país en su peor crisis política en décadas.

“(Quiero) un gobierno de unidad nacional, que es lo que creo que puede resolver hoy parte de la problemática de la sociedad”, dijo el lunes el actor de 46 años, reiterando su promesa de abrirá las puertas a los medios para que sean testigos de las negociaciones y contratos de su administración.

Con su lema “ni corrupto, ni ladrón”, el también administrador de empresas hizo de la lucha anticorrupción su principal promesa electoral para ganar la presidencia de la mayor economía de Centroamérica, con un programa muy difuso centrado en reformar las instituciones.

ASAMBLEA CONSTITUYENTE

El candidato dijo que planea convocar una Asamblea Nacional Constituyente para reformar la carta magna de 1985 y otras leyes fundamentales, aunque para ello necesitará de dos tercios de los escaños en el Congreso, lejos de los que lograría su partido en el legislativo guatemalteco.

De llegar al poder, Morales dijo que negociará el pago de las regalías de las mineras en Guatemala, que actualmente están en un 1 por ciento pese a que el Gobierno trató de subirlo este año a un 10 por ciento.

“Un 1 por ciento: eso es un robo. Robo. Si nosotros hablamos que hay una buena voluntad de un cinco y hasta un 10 (por ciento) creo que todavía sigue siendo una regalía un poco baja comparada con otros países”, explicó.

En espera de los resultados, tanto Torres como Baldizón pidieron calma y paciencia a sus seguidores mientras se decide quién pasará al balotaje.

La candidata dijo el lunes que se ve compitiendo en la segunda ronda. “Es una ventaja apretada (…) pero en esta contienda electoral todo voto cuenta”, dijo al sugerir que espera mantener la distancia que la separa de su rival.

La campaña de Baldizón, que a principios de año era claro favorito para suceder a Pérez Molina, se vio golpeada por las acusaciones de corrupción contra su compañero para la vicepresidencia, Edgar Barquín, quien todavía no ha sido imputado oficialmente.

El ajustado resultado ha agregado incertidumbre a un país sacudido por la andanada de escándalos de corrupción destapados por la Fiscalía y la CICIG, una comisión internacional investigadora respaldada por la ONU, y que acabaron por forzar la dimisión de Pérez Molina a pocos días de los comicios.

El ex mandatario fue enviado a prisión provisional la semana pasada, a la espera de que un juez decida el martes si lo imputa por un caso de defraudación aduanera que desató masivas marchas de protesta contra la corrupción en el país centroamericano.

En tanto, Estados Unidos felicitó a los guatemaltecos por las elecciones mediante una llamada del vicepresidente Joe Biden a Alejandro Maldonado, quien como vicepresidente sucedió a Pérez Molina tras su dimisión y se encargará de dirigir el Gobierno hasta el final de su mandato en enero del 2016.