Bukele anuncia inyección a economía salvadoreña de $1,000 millones, sin haberlos recibido del FMI

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El presidente de El Salvador Nayib Bukele anunció el domingo una inyección de 1,000 millones de dólares para la economía de El Salvador, gracias al acuerdo de 1,400 millones de dólares que concretó con el Fondo Monetario Internacional en febrero pasado, luego de más de tres años de negociaciones.

Bukele publicó en la red social X que los fondos serán canalizados a través de pagos anticipados a micros, pequeñas y medianas empresas, así como en adelantos a proveedores y en la amortización de créditos internos.

“Gracias a nuestro acuerdo con el FMI, en los próximos días el gobierno inyectará 1,000 millones de dólares en liquidez adicional a la economía nacional”, dijo el mandatario.

Explicó que el objetivo de esta medida es dinamizar la actividad económica en el corto plazo, incrementando el flujo de capital en el mercado interno.

Bukele asegura que, “al tratarse de divisas ya existentes en los mercados internacionales, y no de emisión monetaria local, se evita un impacto inflacionario”.

El mandatario también señaló que con esta estrategia busca estimular el consumo y las ventas del sector comercial, fortaleciendo el tejido productivo sin comprometer la estabilidad macroeconómica de nuestro país.

Sin embargo, el acuerdo con el FMI que se alcanzó el febrero de este año no es un crédito regular, sino un acuerdo que permitiría un desembolso inmediato de 113 millones de dólares, los que, de acuerdo a una fuente en el Ministerio de Hacienda aún no han sido recibidos.

Los fondos serían recibidos en varias fases durante tres a cuatro años, de acuerdo a las normas de FMI con posibilidad de extender el acuerdo si es necesario, además, El Salvador debe cumplir ciertos compromisos de política fiscal y monetaria, como implementar la transparencia fiscal, reducción del déficit y estabilidad financiera, con la prohibición del uso de Bitcoin como moneda de curso en el país.

El FMI monitorea el progreso de las reformas y realizaría evaluaciones periódicas para garantizar que los objetivos del acuerdo se estén cumpliendo, lo que de no ser cumplido suspende automáticamente desembolsos posteriores al inicial.

El anuncio del gobierno, de que parte del dinero será destinado a dinamizar la economía, podría resultar falso, ya que el FMI impuso restricciones sobre el uso de Bitcoin en transacciones gubernamentales, lo que ha sido ignorado por la Presidencia salvadoreña que sigue comprando con el erario público bitcoins en poder de la República de El Salvador y los supuestos 1,000 millones de dólares no existirían a corto plazo.