Desde El Salvador hasta Ushuaia, recorriendo Latinoamérica en bicicleta, Pao Renderos sigue cumpliendo su sueño de conocer el mundo a su propio ritmo. La cicloviajera llegó a Rafaela, en el sur de Argentina, donde hará una pausa antes de continuar con su travesía hacia el punto más austral del continente.
“El deseo de viajar, de conocer, de ver qué hay en otros países, esos lugares que uno siempre ve en la tele o en internet, y decir ‘quiero estar ahí’, fue lo que me impulsó a hacer esto. Quería un viaje lento y relajado, y la bicicleta es el medio de transporte ideal para eso”, contó Pao a Radio Rafaela.
Una bicicleta preparada para la aventura
Su compañera de viaje no es una bicicleta común. “Es una bicicleta especial para turismo, con cambios y manubrio mariposa para mayor comodidad. Tiene un rack delantero y trasero para cargar equipaje, y el material es una combinación entre resistencia y bajo peso, lo que la hace ideal para largas distancias”, explicó.
Además, mencionó que el equipamiento es clave en una travesía de este tipo. “Llevo dos alforjas delanteras con herramientas y cocina, y dos traseras de 25 litros con ropa, botas, comida, platos y artículos de aseo personal. En total, mi bici pesa unos 50 kilos”, detalló.
A diferencia de lo que muchos podrían pensar, Pao no avanza al azar. “Planifico mi ruta en función de la altimetría del terreno, cuántos kilómetros puedo hacer en un día y el clima. En esta zona, al ser más plana, puedo avanzar más rápido, pero el calor juega un papel importante y a veces frena mucho”, explicó.
La comunidad cicloviajera y la hospitalidad de la gente
Pao destacó que en su camino ha encontrado una gran red de cicloviajeros y que, en los pueblos pequeños, es más fácil encontrar lugares seguros para dormir.
“Cuando paso por ciudades grandes, sí necesito contactos porque el alojamiento es caro y mi presupuesto es muy reducido. En los pueblos es diferente, siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Desde que entré a Argentina, el 1 de diciembre, la gente ha sido increíblemente amable. No me ha hecho falta nada”, comentó.
Para financiar su viaje, Pao se dedica a la venta de artesanías. “Hago pulseras y las vendo en el camino. A veces también busco voluntariados en hostales o restaurantes para quedarme más tiempo en un lugar y juntar algo de dinero”, relató.
Un descanso en Rafaela antes de seguir hacia Ushuaia
Tras varios días de pedaleo, Pao decidió hacer una pausa en Rafaela, donde descansará una semana antes de continuar su travesía. “Necesitaba relajarme un poco después de tantos días pedaleando. Voy a Ushuaia, todavía me queda un tramo importante, pero estoy disfrutando cada parte del viaje”, concluyó.
Podés seguir la travesía de Paola a través de su Instagram @pao_renderos