Elon Musk y la derecha global celebran la victoria presidencial de Donald Trump

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«El futuro va a ser fantástico». Con estas palabras, el magnate tecnológico Elon Musk celebró la victoria presidencial de su aliado, Donald Trump, gran ganador de las elecciones en Estados Unidos. Aunque los resultados aún no son oficiales.

Empresarios multimillonarios, celebridades y figuras de la derecha global no han tardado en aplaudir el incontestable triunfo trumpista, donde no solo superó los 270 votos necesarios para alcanzar la presidencia de EEUU, sino que también tendrá las dos cámaras del Congreso estadounidense y el Tribunal Supremo bajo su control.

Nadie ha sido más efusivo que Musk. En los últimos meses, uno de los hombres más ricos del mundo se había convertido en uno de los principales aliados de Trump, regando su campaña con más de 100 millones de dólares. El director ejecutivo de Tesla y SpaceX compartió el mismo meme con el que celebró que había tomado el control de Twitter, la red social que rebautizó como X, pero en el Despacho Oval. Se espera que Musk sea una figura influyente en la próxima administración trumpista e incluso podría ocupar un cargo gubernamental, como le ha prometido Trump.

Musk siguió la jornada electoral desde la sede trumpista de Mar-a-Lago, en Florida junto a importantes figuras de Silicon Valley, la industria tecnológica estadounidense, como el prolífico inversor David Sacks, el cofundador de PayPal Ken Howery o el exdirector de negocio de Uber Emil Michael.

Trump también estuvo acompañado presencialmente de aliados de su causa como el líder de la derecha británica, Nigel Farage, o de Eduardo Bolsonaro, hijo del expresidente brasileño Jair Bolsonaro. «Gracias a Dios», ha tuiteado el exmandatario carioca.

«Tu histórico regreso a la Casa Blanca ofrece un nuevo comienzo para EEUU y un poderoso nuevo compromiso con la gran alianza entre Israel y EEUU», ha celebrado el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu.

El triunfo trumpista puede traducirse en la expansión de la ideología nativista y conservadora, una posibilidad que envalentona a sus aliados. «Camino a una gran victoria», escribió el primer ministro húngaro, Viktor Orban, declarado «amigo» del próximo presidente de EEUU.

«Patriotismo, control de fronteras, recortes fiscales, raíces cristianas, libertad de expresión y compromiso con la paz mundial (…) ¡Qué día histórico!», añadió el italiano Matteo Salvini, líder del partido populista de derechas Liga.