Arqueólogos descubrieron en Pompeya frescos mitológicos sorprendentemente conservados

El lugar fue hallado en el distrito central de la antigua ciudad destruida por la erupción del Vesubio y ha sido bautizada como la Casa de Fedra por un de las pinturas aque la adornan

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  • Arqueólogos hallaron en Pompeya la “Casa de Fedra”, con frescos bien preservados.
  • La vivienda carece de atrio, lo que refleja cambios arquitectónicos en el siglo I d.C.
  • Decorada con frescos mitológicos, destaca por incluir un pequeño larario con ofrendas.

Lo esencial: en recientes excavaciones en Pompeya, arqueólogos encontraron la Casa de Fedra, una pequeña vivienda ubicada en la Ínsula de los Amantes Castos, que sorprende por la conservación de sus frescos. Decorada con escenas mitológicas, como el mito de Fedra e Hipólitoesta casa ofrece una visión de las costumbres y cambios arquitectónicos en Pompeya. La falta de un atrio central sugiere adaptaciones tras el terremoto del año 62 d.C., permitiendo a familias modestas de comerciantes acceder a decoraciones similares a las de la élite. La vivienda también contiene un pequeño larario, donde se hallaron restos de ofrendas rituales.

Por qué importa: el hallazgo revela la vida y transformaciones sociales en Pompeya antes de su destrucción, brindando pistas sobre las costumbres de clases emergentes:

  • Refleja la movilidad social y acceso a lujos de los no aristócratas.
  • Destaca cambios arquitectónicos en viviendas menores tras el terremoto de 62 d.C.
  • Ofrece una experiencia educativa única gracias a la arqueología pública implementada en Pompeya.

Frescos mitológicos y eróticos adornan la Casa de Fedra, incluyendo el mito de Fedra e Hipólito, que da nombre a la nueva vivienda (Reuters)Frescos mitológicos y eróticos adornan la Casa de Fedra, incluyendo el mito de Fedra e Hipólito, que da nombre a la nueva vivienda (Reuters)

El impacto de la Casa de Fedra

En las recientes excavaciones en Pompeya, arqueólogos han descubierto una nueva vivienda en la Ínsula de los Amantes Castos, según se publicó el 24 de octubre en la revista E-Journal. Esta pequeña casa, conocida provisionalmente como la Casa de Fedra, ha sorprendido a los investigadores por su rica decoración mural, a pesar de sus reducidas dimensiones. Según el Parque Arqueológico de Pompeya, “nos sorprende por el alto nivel de sus decoraciones murales”, que no desmerecen en comparación con las de casas mucho más grandes y opulentas de la ciudad romana.

La casa fue descubierta en el distrito central de la antigua ciudad destruida por la erupción del Vesubio y ha sido bautizada como la Casa de Fedra por uno de los frescos que la adornan, que es una técnica de pintura mural donde los pigmentos se aplican sobre una capa de yeso húmedo, permitiendo que los colores se integren en la superficie al secarse.

Uno de los aspectos más llamativos de la Casa de Fedra es su disposición arquitectónica. A diferencia de muchas de las viviendas ricas de Pompeya, esta casa carece de un atrio, el espacio abierto central utilizado tradicionalmente para recoger el agua de lluvia y para recibir a los invitados. Este tipo de diseño era común en las casas romanas más grandes, pero en esta vivienda de menor tamaño, los arqueólogos han identificado un cambio en las tendencias arquitectónicas de la época.

El Parque Arqueológico de Pompeya indicó que este fenómeno refleja los cambios que estaba atravesando durante el siglo I d.C. la sociedad de la urbe devorada por el Vesubio. El descubrimiento forma parte de un patrón más amplio de cambios sociales y arquitectónicos en Pompeya, que puede estar relacionado con las secuelas del terremoto del año 62 d.C.

Las paredes de la casa están adornadas con frescos que representan escenas mitológicas y eróticas, como el mito de Fedra e Hipólito, en el que Fedra, la reina de Atenas, se enamora de su hijastro Hipólito, quien rechaza su amor. Esta escena central da nombre provisional a la casa y es solo una de las múltiples representaciones mitológicas encontradas en sus paredes. Según el sitio arqueológico de Pompeya, también se han descubierto “otras escenas mitológicas… que adornan las paredes de colores vivos de la casa, incluyendo un encuentro sexual entre un sátiro y una ninfa”.

La Casa de Fedra, probablemente de libertos o mercaderes, refleja cambios sociales en la estructura de las viviendas tras el terremoto del año 62 d.C. (Reuters)La Casa de Fedra, probablemente de libertos o mercaderes, refleja cambios sociales en la estructura de las viviendas tras el terremoto del año 62 d.C. (Reuters)

El medio Reuters destaca que, a pesar de su pequeño tamaño, la casa “nos sorprende por el alto nivel de sus decoraciones murales”, comparables a las de viviendas más grandes y lujosas cercanas, como la Casa de los Pintores Trabajando.

La erupción del Vesubio en el año 79 d.C. devastó Pompeya, sepultando la ciudad bajo cenizas y matando a miles de personas. Sin embargo, este desastre natural permitió que numerosos edificios y frescos se conservaran en condiciones excepcionales, brindando a los arqueólogos una ventana única a la vida romana. Como señala Reuters, Pompeya quedó “enterrada bajo una gruesa capa de ceniza, preservando a muchos de sus habitantes y edificios”.

Los lararios en casas romanas revelan la importancia de los rituales familiares y la naturaleza divina en la vida cotidiana de los pompeyanos (Reuters)Los lararios en casas romanas revelan la importancia de los rituales familiares y la naturaleza divina en la vida cotidiana de los pompeyanos (Reuters)

En el marco de los proyectos arqueológicos actuales en Pompeya, la excavación de la Casa de Fedra forma parte de un esfuerzo más amplio por hacer accesible el sitio y su historia al público en general. El director del Parque Arqueológico de PompeyaGabriel Zuchtriegel, ha promovido un enfoque de “arqueología pública” que permite a los visitantes observar las excavaciones y restauraciones en tiempo real, ofreciendo una experiencia educativa única. Según El Español, Zuchtriegel describe el proyecto como “un ejemplo de arqueología pública… excavar y restaurar bajo la mirada de los visitantes”.

Además, las excavaciones en la Ínsula de los Amantes Castos, donde se encuentra la Casa de Fedra, han implementado “un sistema de pasarelas suspendidas” que permite a los visitantes observar desde arriba el trabajo de los arqueólogos. Este enfoque innovador, que combina excavación con restauración en un entorno accesible, refuerza el compromiso del parque con la divulgación científica y la transparencia en la gestión de su patrimonio.

Relación con la sociedad pompeyana

El descubrimiento de la Casa de Fedra aporta información sobre la arquitectura y la decoración de las viviendas en Pompeya y sobre la estructura social de la ciudad en el siglo I d.C. Según los arqueólogos, la ausencia del atrio, un elemento típico de las domus de las clases altas romanas, podría reflejar los cambios sociales que se estaban produciendo en la época. Casas como la de Fedra probablemente pertenecían a libertos o mercaderes relativamente acomodados, que no formaban parte de la élite romana.

Un altar doméstico en la Casa de Fedra muestra la última ofrenda realizada antes de la erupción, con un incensario de cerámica y una lámpara (Reuters)Un altar doméstico en la Casa de Fedra muestra la última ofrenda realizada antes de la erupción, con un incensario de cerámica y una lámpara (Reuters)

Este fenómeno podría estar relacionado con las secuelas del terremoto del año 62 d.C., que afectó a la ciudad antes de la erupción del Vesubio, y que habría llevado a muchas familias a reconfigurar sus viviendas. El hecho de que una casa tan pequeña presentara decoraciones de alto nivel, similares a las de las residencias más ricas, lo que refuerza la idea de que la movilidad social estaba en auge, permitiendo a los libertos y mercaderes adoptar algunos de los lujos típicos de la aristocracia.

Además de los frescos mitológicos y la notable ausencia de atrio, otro elemento relevante de la Casa de Fedra es su pequeño larario, un altar doméstico donde se rendía culto a los dioses familiares. En este espacio, los arqueólogos han descubierto la última ofrenda realizada antes de la erupción del Vesubio. En el altar se hallaron un incensario de cerámica y una lámpara, ambos con restos quemados, así como ramitas de esencias olorosas y un higo seco. Estos objetos sugieren que los habitantes de la casa estaban involucrados en prácticas rituales hasta poco antes de que la ciudad fuera destruida.

Los lararios eran comunes en las casas romanas, y su rica decoración con motivos vegetales y animales también revela la importancia de las prácticas religiosas en la vida cotidiana de los pompeyanos. Estos altares estaban decorados con motivos vegetales y animales, lo que expone el valor que los habitantes de Pompeya otorgaban tanto a los rituales familiares como a la naturaleza divina.