Congresistas estadounidenses piden desechar iniciativa de Ley de Agentes Extranjeros

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Agencias.- “Urgimos a la Asamblea Legislativa de El Salvador reconsiderar su propuesta de Ley de Agentes Extranjeros y evitar así socavar las operaciones de organizaciones no gubernamentales independientes en El Salvador”.

Con esas palabras arranca el pronunciamiento de los congresistas estadounidenses  Albio Sires (demócrata de Nueva Jersey) y Mark Green (Mark Green, republicano de Tennessee) que condena la propuesta del gobierno de Nayib Bukele de Ley de Agentes Extranjeros (LEA). Sires es el presidente del subcomité de Asuntos Exteriores para el Hemisferio Occidental, al tiempo que Green es el líder de los republicanos en esta instancia

Los legisladores comparten la preocupación de la Casa Blanca, que ha considerado este proyecto una amenaza al espacio cívico, al periodismo independiente y a organizaciones que trabajan con los salvadoreños más vulnerables.

En su pronunciamiento, consideran que “el anteproyecto de ley le daría discrecionalidad sin límites al Órgano Ejecutivo para cerrar organizaciones independientes bajo la excusa de proteger el ‘orden público’”.

Y es que en la propuesta de ley presentada por el ministro de Gobernación en nombre del presidente de la República, Nayib Bukele, se incluye un artículo que abre la puerta a establecer el número de reglamentos que sea necesario para ampliar los alcances de esta ley.

Además, se amenaza con cárcel a quienes actuando como “agentes extranjeros”, algo que resulta ambiguo en el proyecto, subviertan el orden público, algo que tampoco está bien definido.

Según los legisladores, la LEA “impactaría al periodismo independiente, además de imponer sanciones fiscales destructivas a organizaciones de caridad y a organizaciones religiosas que trabajan para ayudar a los salvadoreños más vulnerables”.

Además, resaltan que la embajada de Alemania en El Salvador ya congeló temporalmente los fondos de cooperación al país, mientras evalúa el impacto de esta propuesta de ley. A juicio de los congresistas, esto refleja la “creciente preocupación de los aliados históricos de El Salvador” por este proyecto.

Ley no se parece a la de Estados Unidos

Este proyecto de ley del gobierno de Nayib Bukele fue condenado poco tiempo después de haber sido presentado a la Asamblea Legislativa.

A la iniciativa de LEA se le ha considerado un paso más en el ataque a la disidencia y la criminalización de la crítica política en El Salvador. Además, numerosos observadores compararon el proyecto a lo aprobado en Venezuela o Nicaragua. Al respecto de esto, Bukele salió a afirmar que esta legislación emula la Ley del Registro de Agentes Extranjeros (FARA) de Estados Unidos.

Los congresistas Sires y Green desmintieron estos comentarios del presidente salvadoreño y afirmaron que “esta legislación no se asemeja en nada al registro de agentes extranjeros de los Estados Unidos”.

De forma similar se pronunció el lunes Jean Manes, quien hasta esta semana funge como encargada de Negocios de la embajada estadounidense.

Los legisladores consideran que la LEA es “muy similar a las leyes ratificados por regímenes autoritarios en Nicaragua y Venezuela, que aceleraron la transición de democracia a dictadura en ambos países”. Estos cuerpos normativos permitieron que en esos países se silenciara, persiguiera y hasta encarcelara a opositores bajo una ambigua excusa de soberanía nacional.

“Profunda preocupación”

Además de Sires y Green, otros dos legisladores estadounidenses emitieron un pronunciamiento en la misma línea, condenado la propuesta de Ley de Agentes Extranjeros.

Los demócratas Norma Torres y James McGobern afirmaron en un comunicado su “profunda preocupación por la iniciativa de ley propuesta en El Salvador que requeriría a organizaciones no gubernamentales (ONG) y otros grupos que reciben contribuciones desde el extranjero registrarse como agentes extranjeros”.

Esta propuesta, sostienen ambos legisladores, “daría a las autoridades de gobierno discrecionalidad sin límites para prohibir actividades de organizaciones que consideren que amenazan ‘la estabilidad social y política”. Esto, pues la ley expone de manera ambigua penas para quienes socaven dicha estabilidad y hasta amenaza con cárcel a los responsables de ello.

Otro punto que Torres y McGovern critican es el impuesto del 40% a las contribuciones a estas organizaciones.

“Nosotros apoyamos leyes que avanzan la transparencia, pero tememos que esta propuesta, como está escrita, resulte en el cierre de numerosos proyectos de desarrollo económico que benefician directamente a los salvadoreños, y a proyectos que promueven la democracia, defienden los derechos humanos y motivan la participación ciudadana”, agregan.

A juicio de McGovern y Torres, ya existe en El Salvador un entramado institucional que obliga a las organizaciones de sociedad civil a transparentar sus finanzas. Por ello, consideran que esta nueva Ley de Agentes Extranjeros “emula las leyes represivas de Nicaragua en contra de las ONG y a los ataques crecientes a la sociedad civil en una región que busca silenciar a los críticos”.

Por ello, los congresistas destacaron que los legisladores salvadoreños hayan puesto en pausa el proyecto para analizarlo más detalle. “La defensa de derechos humanos, la promoción de la democracia, el periodismo independiente y la lucha por la transparencia y contra la corrupción son causas legítimas y con un gran legado en la historia de El Salvador”, sostuvieron.

Por ello, llaman a que esas luchas se fortalezcan, no se criminalicen ni se censuren. “Exhortamos a la Asamblea Legislativa a archivar la iniciativa de ley propuesta”, así como trabajar con la sociedad civil para avanzar la transparencia y el involucramiento ciudadano.