Tres eventos celestiales que no han coincidido en más de 150 años afectarán a la apariencia de la próxima luna llena, el 31 de enero, que ha sido calificada como eclipse de luna de sangre súper azul.
En primer lugar, la superluna del 31 de enero contará con un eclipse lunar total, con una totalidad visible desde el oeste de América del Norte a través del Pacífico hasta el este de Asia. La órbita de la Luna alrededor de nuestro planeta está inclinada, por lo que normalmente cae por encima o por debajo de la sombra de la Tierra.
Aproximadamente dos veces al año, una Luna llena se alinea perfectamente con la Tierra y el Sol de modo que la sombra de la Tierra bloquea totalmente la luz del Sol, que normalmente se reflejaría en la Luna, explica la NASA.
En las zonas referidas, el 31 de enero, la Luna perderá su brillo y adquirirá un brillo misterioso, más débil de lo normal, de la escasa luz solar que atraviesa la atmósfera de la Tierra. A menudo emitidas en un tono rojizo debido a la forma en que la atmósfera dobla la luz, las Lunas totalmente eclipsadas a veces se llaman ‘Lunas de sangre’.
La superluna del 31 de enero también será la segunda luna llena del mes. Algunas personas llaman a la segunda Luna llena en un mes una Luna Azul, que la convierte en una súper ‘Luna Azul’. Las Lunas Azules suceden cada dos años y medio, en promedio. Con el eclipse total, será una “superluna azul de sangre.