Clinton y Trump marcan las líneas para una dura campaña por la Casa Blanca

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Los previsibles candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump, dieron inicio a una dura contienda por la Casa Blanca, en la que los demócratas acusaron al magnate de tener un comportamiento errático y el republicano amenazó con exponer viejos escándalos de la ex primera dama.

Clinton hizo historia al convertirse en la primera mujer que lidera uno de los grandes partidos de Estados Unidos en su lucha por la presidencia. Sus destacados triunfos del martes en las primarias de California y otros estados le catapultaron hacia la victoria sobre su rival demócrata, Bernie Sanders.

Si resulta elegida el 8 de noviembre, la ex secretaria de Estado de 68 años devolvería a la familia Clinton a la Casa Blanca 16 años después de que su esposo Bill completara dos mandatos como presidente.

Todas las señales apuntan a una campaña negativa de cinco meses, con Clinton acusando a Trump de tener un temperamento incompatible con el cargo y el multimillonario neoyorquino afirmando que ella tiene un pasado oscuro con sombras de corrupción y un flojo historial como secretaria de Estado en el primer mandato de Barack Obama.

La campaña de Clinton se refirió a las críticas dentro del mismo campo republicano que retrataron a Trump, de 69 años, como no apto para el Despacho Oval tras acusar repetidas veces al juez mexicano-estadounidense Gonzalo Curiel de ser parcial por sus raíces étnicas.

“Lo más efectivo con Donald Trump es dejarle hablar solo”, dijo el jefe de campaña de Clinton, Robby Mook, a CNN el miércoles. Además, acusó a Trump de tener un historial de “comportamiento errático”.

Trump pronunció un discurso cuidadosamente elaborado el martes por la noche, mostrando su plan de ataque. Para evitar salirse del mensaje, usó un Teleprompter y evitó sus clásicas intervenciones libres.

“Hillary Clinton convirtió el Departamento de Estado en su fondo de cobertura privado. Los rusos, los saudíes, los chinos, todos dieron dinero a Bill y Hillary y obtuvieron un trato de favor a cambio. Es un día triste para Estados Unidos cuando gobiernos extranjeros con los bolsillos llenos tienen más influencia en nuestro país que nuestros grandes ciudadanos”, señaló Trump.