Incertidumbre política acosa a una España fragmentada

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Los resultados de las elecciones generales del domingo en España fueron una muestra contundente de lo que se venía divisando desde la irrupción de los partidos emergentes Ciudadanos y Podemos: el fin del tradicional bipartidismo español.

Tal como se esperaba desde el inicio de la carrera electoral, ninguno de las cuatro toldas que se disputaban el Gobierno lograron alcanzar la mayoría absoluta (176 escaños) para liderar el Parlamento y, además, éste escenario queda lejos de ocurrir aunque se diesen las posibles coaliciones de derecha: Partido Popular (PP, 123 escaños)-Ciudadanos (40), formada por la primera y cuarta fuerzas políticas; o la de izquierda: Partido Socialista Obrero Español (PSOE, 90 diputados)-Podemos (69), entre la segunda y tercera fuerzas políticas.

Aunado a ello, la suma de los votos del PP y el PSOE apenas supera el 50%, quedando 23% por debajo de lo que alcanzaron juntos en los comicios del 2011, perdiendo 83 diputados entre ambos.

“Quien niegue que el bipartidismo está en crisis es que está realizando un análisis interesado o está ciego, los datos anteriores así lo avalan. Pero, aún se podría pensar que, a pesar de todo, los populares y los socialistas son la primera y segunda opción elegida por los ciudadanos. Por consiguiente, se puede afirmar aquello de ‘tocado sí, pero no hundido'”, destaca el politólogo español Fran Delgado, director de la firma DMK consultores.

“De las decisiones que se tomen y las políticas de pactos que se acuerden dependerá en buena medida el futuro del bipartidismo”, afirma Delgado.

La gran coalición

Aún así, la formación de una gran coalición entre PP y PSOE no se descarta para poder llevar las riendas de España. Sin embargo, lo que ello conllevaría podría trastocar la imagen de los socialistas.

Según el especialista, la “gran coalición” entre PP y PSOE podría darse “a la alemana, como en el caso Angela Merkel y el Partido Socialdemócrata, permitiendo la investidura de un presidente del PP”, que no debe ser necesariamente el aún jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, señalando a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría como opción.

No obstante, a juicio de Delgado, “ninguno de los electores socialistas podría entender no sólo que se permitiera gobernar al PP, sino que presidiera una persona que fue calificada de indecente” por el propio líder del PSOE, Pedro Sánchez, por lo que esta acción luciría como un “suicidio político” para la formación socialista.

El politólogo apunta que seguramente la tolda de Sánchez “sufrirá presiones para que esa coalición sea posible” por parte de los poderes reales nacionales e internacionales que apuestan por ello. Por lo que “ahora veremos la entereza del PSOE ante esta situación y si su respuesta está acorde a lo que piensan sus votantes o en función de otros intereses”.

Delgado subraya que “en esta elección tendrá un peso específico la lucha interna por el liderazgo del PSOE entre Pedro Sánchez, y la presidenta de la Junta, Susana Díaz”.

Pactos peligrosos

A su vez, un Gobierno totalmente de izquierda parece impensable debido al conflicto independentista catalán, donde Podemos apuesta por un referendo consultivo sobre la secesión mientras que los socialistas apuestan por la unidad.

“El pacto PSOE-Podemos no puede ser, entre otras cosas, porque los socialistas no admiten el referendo catalán que Podemos defiende”, asevera el politólogo español.

Además, esta coalición pondría a los socialistas codo a codo con sus principales rivales en la pugna por liderar la izquierda española, viendo por primera vez amenazada su hegemonía en este sector.

“Si se le pregunta a un dirigentes del PSOE, dirá que su verdadero enemigo no es el PP (con éste compite en espacios ideológicos distintos) sino Podemos”, indica.

En este sentido, menos complicado tiene el camino el PP que, a pesar de verse amenazado en principio por un partido como Ciudadanos, que tomó buena parte de su electorado, aún la joven tolda de Albert Rivera no resulta un desafío para los populares.

No obstante, la negativa a la investidura de Rajoy por parte del PSOE y Podemos complica sus opciones para gobernar.

Posibles elecciones

Con este escenario parlamentario “cuasi ingobernable” no se descarta que España pueda celebrar otros comicios legislativos en un futuro cercano.

“La posibilidad de elecciones es una realidad. En política es muy complicado predecir hechos en los que entran muchos factores pero desde luego no es una opción descartable. De la capacidad de negociación dependerá que nos enfrentemos a elecciones”, asevera Delgado.