“Le decimos a los estados que participan en la campaña cruzada que, por Alá, tendrán si Dios quiere un día como Francia; como atacamos a Francia en el centro de su morada en París, así juramos que atacaremos a Estados Unidos en su centro en Washington”, dijo un hombre vestido con ropa militar y un turbante, identificado en subtítulos como Al Karar, el iraquí.
No fue posible verificar inmediatamente la autenticidad del video, que aparenta estar realizado por combatientes de Estado Islámico en la provincia iraquí de Salahuddine, al norte de Bagdad.
“Le digo a los países europeos que estamos llegando, llegando con trampas y explosivos, llegando con chalecos explosivos y (armas con) silenciadores, y ustedes serán incapaces de detenernos porque hoy somos mucho más fuertes que antes”, advirtió otro hombre, también vestido con ropa militar y a bordo de un vehículo, llamado Al Ghareeb, el argelino.
La publicación del video se produjo a menos de dos días de otro similar, con nuevas amenazas a Francia.
“Mientras continúen los bombardeos no encontrarán paz. No podrán ir al mercado tranquilos”, dice un grupo de yihadistas de aparente origen francés. Antes, queman sus pasaportes en una hoguera. “Este es un mensaje a los enemigos del islam, especialmente Francia”, dice uno de los protagonistas.
Otro de los yihadistas, que dirige su mensaje “a sus hermanos nacidos en Francia”. Después de invitarlos a unirse al Califato, advierte sin embargo a quienes no puedan viajar a Siria o Irak:
“Si no pueden venir a Siria o Irak, entonces juren lealtad en Francia. Si sus creencias son verdaderas, entonces operen en Francia. Aterrorícenlos y no los dejen dormir”.
Además, agrega que en territorio francés hay armas, autos y hay objetivos para golpear. “Hay hasta veneno disponible, para que envenenen el agua y la comida” de los enemigos de Alá, agrega.
El Gobierno francés calificó los asaltos del viernes en París como un “acto de guerra” e indicó que no detendría sus ataques aéreos contra Estado Islámico en Siria e Irak.
Aviones de guerra galos lanzaron el sábado su mayor ofensiva hasta la fecha sobre Siria, apuntando a bastiones de Estado Islámico en la ciudad de Raqqa. La operación contó con el apoyo de las fuerzas de los Estados Unidos.