8,000 inocentes han sido apresados durante el Régimen de Excepción

Las víctimas del Régimen no tienen derecho a reparación por parte del Estado

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El presidente Nayib Bukele reconoció el martes, en Costa Rica, que 8,000 inocentes fueron detenidos, y luego liberados, durante su «guerra» contra las pandillas, tras acusar a oenegés «de izquierda» de haber «inventado» una cifra de 30,000 en prisión.

«Ellos han inventado esta cifra de 30,000 inocentes (detenidos)», alegó Bukele, tras recorrer una prisión costarricense junto a su homólogo Rodrigo Chaves durante su visita oficial de dos días.

Según las oenegés Socorro Jurídico Humanitario, Cristosal y MOVIR, hay unos 30,000 inocentes entre las más de 83,000 personas detenidas sin orden judicial y acusadas de ser miembros o cómplices de las pandillas, bajo un régimen de excepción que rige en el país desde marzo de 2022 y que no ven «ni por cerca» un juicio justo.

«Obviamente (…) no hay ninguna policía del mundo que sea perfecta» y defendió que «en el Salvador, como en Costa Rica, en Francia, en Alemania, en Inglaterra, en los Estados Unidos, hay inocentes capturados, eso pasa en todos lados», afirmó.

«Ya hemos liberado 8,000 personas. Y vamos a liberar al 100% de inocentes», agregó el mandatario sin explicar cuál es el porcentaje real de error en las capturas realizadas por la policía y el ejército.

Bukele justificó la elevada cifra de detención de inocentes en el hecho de que antes de 2022 El Salvador era considerado el país sin conflicto bélico más violento del mundo y ahora redujo a mínimos históricos los homicidios (2,4 por cada 100.000 habitantes en 2023).

«Las operaciones (policiales) no son perfectas, y pues, sin ninguna intención de dañar a una persona inocente, «algunos» inocentes obviamente fueron capturados», admitió.

Bukele acusó a esas oenegés salvadoreñas de estar integradas por miembros del partido opositor Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), exguerrilla de izquierda.

Amnistía Internacional, Human Rights Watch y oenegés locales han denunciado «detenciones indiscriminadas» y más de 300 muertes bajo custodia estatal desde que Bukele inició su ofensiva contra las pandillas.

En El Salvador, las personas inocentes capturadas y luego liberadas quedan «fichadas» de por vida, por lo que luego de ser liberadas no logran volver a integrarse en el tegido económico del país, pues al no tener solvencia policial, se les niega el derecho a trabajar, además, las autoridades y el sistema judicial salvadoreño no permiten demandas civiles por los errores cometidos en las capturas, ni indemnisación alguna por el tiempo de presidio injusto sufrido.