3 millones de salvadoreños tuvieron dificultades para alimentarse entre 2021 y 2023

Las Naciones Unidas han publicado un documento que respalda la grave situación en la que se encuentra El Salvador

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Cinco agencias de las Naciones Unidas señalan que el 46.9 % de la población salvadoreña enfrentó inseguridad alimentaria moderada o severa 2021 y 2023, mientras el país registra actualmente pérdidas en la agricultura a causa de las recientes lluvias y de la ausencia de políticas agropecuaris por parte del Gobierno de Nayib Bukele.

En la previa de las reuniones celebradas en Brasil del Grupo de los Veinte (G.20), el documento incluye cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Programa Mundial de Alimentos (WFP), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El aumento del hambre es evidente cuando la cantidad de personas afectadas por la inseguridad alimentaria incrementó al menos en 400 mil en comparación con los 2.6. millones de registrados en el período 2014-2016, cuando representaba un 42.2 por ciento de la población.

Lo más precario es que un millón de salvadoreños, un 15.8 por ciento de la población, se enfrentan a condiciones de inseguridad alimentaria severa (que se quedaron sin comida), también superior frente a los 900 mil reportados en el ciclo 2014-2016.

El más reciente informe de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) reveló que en 2023 este indicador alcanzó su cifra más alta en seis años, tras superar los 1.9 millones de ciudadanos viviendo en condiciones precarias.

El informe de las agencias de la ONU mostró también la gravedad del problema en la región de Centroamérica -incluyendo México y Belice-, donde al menos 48.3 millones de personas sufrieron inseguridad alimentaria en los últimos dos años, de los cuales un 6.2 por ciento se encontraban en El Salvador.

En términos mundiales, en 2023, alrededor de dos mil 330 millones de personas se enfrentaron a inseguridad alimentaria moderada o grave, una cifra que no cambió desde el “brusco repunte de 2020” por la pandemia de Covid-19.

África es de lejos la región con mayor porcentaje de población que se enfrenta al hambre, con un 20.4 por ciento pero el fantasma de la falta de alimento no tiene fronteras y se extiende desde áreas en guerra con la palestina Gaza hasta países afectados por eventos climáticos.

Las guerras, las dificultades económicas y los fenómenos climáticos extremos impidieron que el hambre retroceda en 2023, afectando a 733 millones de personas, más de un nueve por ciento de la población mundial, indicaron las cinco agencias de la ONU.

Con esta tendencia, el objetivo adoptado hace nueve años por Naciones Unidas para eliminar la apetencia en el mundo en 2030 parece cada vez más difícil de alcanzar, y El Salvador forma parte de esa precariedad.