Las causas más frecuentes de este síntoma no están relacionadas con problemas cardíacos.
Por El Tiempo, Bogotá,Colombia 3 de Febrero de 2023 –
Algunas personas dicen sentir una especie de picadas o punzadas en el pecho que pueden ir acompañadas de falta de aire.
Esto no implica necesariamente un riesgo para la salud, pero es importante conocer cuáles son las posibles causas y cuándo se debe consultar con un experto.
Experimentar cualquier tipo de dolor en el pecho suele ser preocupante porque se desconoce qué pueda estar afectando esta zona donde está el corazón.
De hecho, la mayoría de personas pueden asociar esto con problemas cardíacos sin hacer una revisión exhaustiva de la situación antes.
La realidad es que existen varias causas para que alguien acuse una punzada en el pecho, y la mayoría pueden ser físicas o emocionales, por lo que no hay que pensar en un infarto u otra condición grave como primera opción.
De hecho, una publicación en la revista científica CNS & Neurological Disorders – Drug Targets asegura que una razón común pueden ser los trastornos de ansiedad.
Cuando una persona está pasando por un episodio ansioso o de pánico, es habitual que experimente síntomas parecidos a los de un ataque cardiaco: tos, mareos, dificultad para respirar, dolor en el pecho, sudoración, entre otros.
Asimismo, un estudio publicado en The American Journal of Cardiology dio a conocer que entre el 30 y 40 por ciento de los pacientes que acuden a emergencias por un dolor en el pecho tienen ansiedad.
Por lo general estos dolores son transitorios, muy esporádicos y no hace falta tener un tratamiento específico para ellos.
En este caso, lo primordial es acudir a un experto en terapia psicosocial, como puede ser un psicólogo o psiquiatra, e iniciar un proceso para investigar las causas de estos síntomas y poder reducir su incidencia.
Otra causa frecuente del dolor en el pecho es el dolor muscular tardío (también conocido como agujetas) que se presenta cuando los músculos son sometidos a esfuerzos continuos.
Esta respuesta es común luego de realizar actividad física intensa, pero tampoco es una condición que amerite preocupación, pues se trata de un mecanismo de defensa natural del organismo.
De acuerdo con el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, en España, este síndrome doloroso responde a microlesiones que se generan en el músculo tras ejercitarlo, y tienen una duración de algunos días, como máximo.
Si este es el caso, el dolor punzante no indica un rendimiento superior en el entrenamiento, contrario a lo que se cree.
Un buen ejercicio guiado por profesionales debería bastar para disminuir este síntoma, que no se cura quedándose quieto sino haciendo actividad física un poco más pausada mientras pasa el pico de dolor.
Hay otros casos en que el dolor en el pecho puede ser signo de reflujo gastroesofágico, pues este diagnóstico genera una alteración en los nervios que se manifiesta así.
En esta enfermedad, los contenidos estomacales (o ‘jugos gástricos’) se devuelven desde el estómago hasta el esófago, provocando una irritación y acidez.
Según una publicación en la revista especializada Gastroenterology & Hepatology, el origen del dolor punzante en este caso se debería a los nervios que comparten el corazón y el esófago, que se ven afectados por el reflujo.
A pesar de que los pinchazos pueden tener estas y otras causas que no se consideran graves, también es importante no descartar algunas condiciones cardíacas que podrían llegar a manifestarse de la misma forma.
Así las cosas, se pueden tener en cuenta afecciones como la angina de pecho, que es el síntoma principal de una cardiopatía isquémica (enfermedad en las arterias del corazón). Este tipo de diagnósticos solo los realiza un médico especialista tras una serie de exámenes y consultas.
También puede haber casos menos graves en los que se provocan estos dolores en el pecho, como la presencia de gases acumulados en el estómago y el colon.
¿Entonces cuándo consultar con un médico? Pues bien, por lo general estos dolores son transitorios, muy esporádicos y no hace falta tener un tratamiento específico para ellos.
Esto no implica que no puedan requerir atención. Por eso, es fundamental estar alerta a la frecuencia e intensidad con que ocurren, y si se presentan muy seguido o muy fuertes, lo mejor es acudir de inmediato a un especialista.
También es clave que las personas, sobre todo adultos mayores y quienes tienen herencia de problemas cardiacos, se realicen chequeos periódicos, para descartar posibles enfermedades, trastornos, y, si es el caso, tratarlos a tiempo.