La gorila Trudy, una primate de las tierras bajas que llevaba cautiva desde que fue capturada en África en 1957, ha muerto a los 63 años, según ha informado en un comunicado el zoológico de Little Rock (Arkansas, Estados Unidos), donde el animal llevaba residiendo desde el 3 de abril de 1988. Este ejemplar de primate superior, uno de los últimos ejemplares de su especie que fue capturado en libertad para su exhibición, fue hallado muerto en su recinto por los cuidadores del parque cuando fueron a visitarla este pasado miércoles, según ha informado el zoo. No ha conocido otro paisaje que el que se ve a través de los barrotes de una jaula. Cuando las redes la atraparon, era solo una bebé.
Trudy había llegado a Arkansas junto al gorila Ollie procedente de un zoológico de Búfalo, como parte de un préstamo para intentar la reproducción en cautividad, que tuvo éxito. Cuando llegó a su última morada en Arkansas, el animal ya llevaba toda la vida presa. Fue capturada en África cuando era aún un bebé, en 1957. Su primera casa del zoo de Saint Louis.
Fue uno de los últimos ejemplares cazados en la naturaleza con destino a un zoológico de Estados Unidos, donde ahora prácticamente todos los ejemplares que se exhiben han nacido en cautividad. Había sobrevivido a casi todos los animales del zoo que habían llegado antes que ella o poco después.
“Era una chica fuerte. Solía vivir entre machos y ella era la que mandaba. Era la jefa”, ha asegurado Syd Tanner, uno de sus guardianes. “Aunque es atípico que las hembras vivan con grupos de machos solteros, ella fue capaz de gobernar el refugio. Era la reina”, ha añadido Catherine Tidwell, según la nota del parque.
Los dos cuidadores han destacado la particular voz de Trudy. “Era un sonido que emitía cada vez que llegaba la hora de comer o veía a alguien que le gustaba”. El zoo asegura que, con 63 años, era uno de los ejemplares de este animal más longevos tanto en cautividad con en la naturaleza. La vida media de un gorila de tierras bajas en cautividad es de entre 40 y 50 años.