Por Mauricio Eduardo Colorado.- De un tiempo acá, el sistema judicial salvadoreño, aparenta sufrir casos cada vez más frecuentes en donde la justicia es cuestionada por situaciones que dejan dudas sobre si intereses políticos o económicos prevalecen ante valores tradicionales por todas las culturas aceptados.
El primer caso que nos ha llamado la atención ha sido la declaratoria de inconstitucionalidad de la ley de amnistía que se otorgó al finalizar la fatídica guerra civil, desarrollada entre hermanos salvadoreños, en la década de los 70, y que al final no obtuvo resultados prácticos en la población, ya que treinta años después de su finalización por medio de los llamados acuerdos de paz, la condición económica de la mayoría de población, permanece igual o peor que antes de la guerra.
Pero los grupos que se dicen interesados en que se haga justicia, se oponen a que se dé una nueva ley de amnistía, porque estiman que concediéndose dicha gracia, quedara en la impunidad, es decir sin castigo, una serie de crímenes que se dieron en ocasión de la citada guerra, y eso no puede ser posible.
Ah ilusión teórica!!!. A estas alturas de nuestra historia, cuantos culpables de esa guerra habrán muerto sin haber sido juzgados, y cuantos más se escudarán en sus cargos para no someterse a juicio.
Si los mismo Ministros religiosos, cuyas doctrinas les imponen la norma del perdón, se niegan a admitirlo, como superarán el trauma de la venganza sin una amnistía absoluta. Por otro lado, también hemos tenido el reciente caso de personajes de importancia que han preferido pagar cuantiosas sumas de dinero a sus contrapartes, con el objeto de terminar casos que podrían revelar hechos que podrían perjudicar la buena fama y el honor de personas a quienes no conviene que esos conocimientos se divulguen, y por ello mejor se busca “comprar” el silencio, pese a que la justicia es gratuita.
Otro caso que nos llama poderosamente la atención, es el inicio de un juicio para intentar encarcelar al anterior Fiscal General de la República, por haber tenido el valor de desbaratar una red de corrupción en los más altos niveles de los cargos públicos, y haber tocado fibras sensibles de la administración pública, como pocas veces se había hecho
De seguir asi, las cosas en ese país, se volverán cada vez más complicadas y el caos que ahora ya reina en muchos lugares se volverá institucional, y la vida se hará imposible, a todo nivel social, y a todo el territorio.
Este período de transición en el que un gobierno de izquierda entregará a un gobierno diferente, que aún no define una ideología clara, no deja de ser una verdadera aventura en la que muchos pueden intentar aprovechar cualquier cosa para favorecerse y asegurarse posiciones en el próximo período presidencial. Apelamos a la buena fe de los salvadoreños que desean un mejor país para sus descendientes, y que les dejemos un país fortalecido. El Salvador es de todos, y la justicia debe brillar para todos.
- Esperamos la valiosa opinión y análisis de nuestro colaborador y ex fiscal general de la república. Dr. Mauricio Eduardo Colorado, respecto a las denuncia interpuesta por fiscales auxilares a quienes aparentemente el ex fiscal general habría obligado a declarar como testigos criteriados para “inventar” casos espectaculares. Gracias La Redacción.
Comments are closed.