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Opinión

Liberación de Juan Orlando Hernández en EE.UU, reconocimiento implícito a la Tesis de la Injusticia

  • Publisheddiciembre 3, 2025

Tras ser condenado por narcotráfico en Nueva York, el expresidente hondureño fue liberado gracias a un indulto presidencial de EE.UU. Su defensa siempre insistió en que el juicio estaba viciado por testimonios a cambio de beneficios

Por Luis Vazquez-BeckerS

Nota del autor* Antes que nada, debemos aclarar que el contenido de esta nota de Opinión no pretende la defensa de nadie, ni busca justificar una acción ‘discutible’ por parte del Ejecutivo de EE.UU. La nota intenta desnudar un problema que se presenta de manera redundante donde los intereses políticos están por encima de la Justicia.

La reciente e inesperada liberación del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández (JOH) de una prisión federal en Estados Unidos, resultado de un controvertido indulto presidencial, ha revivido con fuerza el debate sobre la legitimidad de su juicio por narcotráfico. Condenado a una larga pena, Hernández y su defensa siempre mantuvieron una línea de ataque frontal contra el proceso, calificándolo de “fraudulento” y “político”.

Con este «show político» fue deportado de Honduras el expresidente Juan Orlando Hernández a los EE.UU

La decisión de clemencia, que suprime la condena y lo devuelve a la libertad, parece haber dado un peso político inmenso a las críticas que la defensa mantuvo durante meses.

Mentiras a Cambio de Reducción de Pena

El principal argumento esgrimido por el equipo legal de Hernández para calificar el juicio como injusto se centró en la naturaleza de la evidencia presentada por la Fiscalía.

1. Credibilidad de los Testigos Cooperadores: La Fiscalía construyó su caso en torno a testimonios de narcotraficantes confesos, asesinos y criminales convictos que declararon contra JOH a cambio de reducciones significativas en sus propias condenas. La defensa insistió en que estos individuos tenían un «motivo para mentir» lo suficientemente poderoso para inventar historias con el único objetivo de incriminar al expresidente y obtener su libertad. La narrativa de la defensa fue clara: el sistema judicial estadounidense se prestó a un pacto con criminales para condenar a un exjefe de Estado que, supuestamente, había colaborado estrechamente con la DEA y otras agencias en la lucha antidrogas.

2. Acusación de Falso Testimonio y Retención de Pruebas: La defensa también presentó mociones post-juicio alegando que el proceso estaba viciado por dos elementos:

  • Falsedad de la DEA: Se cuestionó un testimonio clave de un agente de la DEA que afirmó que el tráfico de cocaína aumentó bajo el mandato de Hernández, una afirmación que la defensa intentó refutar con datos alternativos.
  • Omisión de Cooperación: Hernández siempre sostuvo que la Fiscalía ocultó o minimizó deliberadamente las pruebas que demostraban su intensa colaboración con el gobierno de EE.UU en la extradición y captura de narcotraficantes. Según su visión, este juicio ignoró su historial de cooperación, tratándolo como un enemigo en lugar de un aliado que fue traicionado por el sistema.

La Liberación: Un reconocimiento implícito a la Tesis de la Injusticia

La concesión del indulto por parte del presidente de EE.UU ha sido interpretada por los defensores de Hernández como un reconocimiento implícito de que la condena fue excesiva o que el proceso pudo haber estado comprometido políticamente.

Fuentes cercanas a la Casa Blanca citaron que Hernández fue un aliado clave en la región y que la condena, basada en testimonios de terceros, fue desproporcionada. La liberación inmediata del exmandatario ha desatado una ola de críticas entre expertos en seguridad regional, quienes ven la medida como un grave deterioro de la credibilidad de la lucha antidrogas de Estados Unidos, mientras que los partidarios de JOH lo celebran como una reivindicación a sus denuncias de persecución política.

La liberación ha puesto un punto final abrupto y polémico al drama legal de JOH en Estados Unidos, dejando la sensación de que las fallas procesales y los argumentos de la defensa, aunque rechazados por el jurado, encontraron eco en una esfera de decisión política superior.

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Redacción DL

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