La tensión en Medio Oriente se intensificó este sábado tras el anuncio de la Armada iraní sobre la interceptación de un destructor británico en el mar de Omán, el cual —según Teherán— se dirigía al golfo Pérsico para brindar apoyo a Israel. Según un comunicado oficial recogido por la agencia estatal Mehr, drones de combate iraníes obligaron al buque del Reino Unido a modificar su ruta tras emitir advertencias. Irán afirmó que la nave tenía la intención de “guiar misiles israelíes en territorio iraní”.
Este episodio se produce en medio de una confrontación directa entre Israel e Irán. El ejército israelí lanzó el viernes por la madrugada una ofensiva aérea masiva contra más de 200 sitios militares y nucleares en Irán. En respuesta, Teherán disparó misiles hacia territorio israelí. Aunque gran parte fueron interceptados, las autoridades israelíes confirmaron daños significativos en la región de Tel Aviv, con al menos tres muertos y varios heridos.
La respuesta internacional no se hizo esperar. El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció el despliegue adicional de aviones de combate en Medio Oriente como medida de “apoyo de contingencia”. Si bien el Reino Unido ya cuenta con presencia aérea en la región, Starmer confirmó el envío de más unidades desde Canadá, donde participa de la cumbre del G7.
Frente a la cooperación militar entre Occidente e Israel, Irán lanzó duras advertencias. Medios estatales iraníes informaron que el régimen persa amenazó con atacar bases estadounidenses, británicas y francesas en caso de que estos países intervengan para frustrar sus operaciones militares.
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, endureció su discurso al declarar que Teherán responderá con mayor fuerza si Israel continúa con los ataques. En una conversación con su par francés, Emmanuel Macron, acusó a Israel de provocar un “peligroso ciclo de violencia” que compromete la estabilidad regional y bloquea los intentos de diálogo sobre el programa nuclear iraní.
Como resultado de la creciente tensión, Omán, mediador en el proceso diplomático entre Irán y Estados Unidos, informó de la suspensión de la nueva ronda de negociaciones prevista para este domingo en Mascate. “La diplomacia y el diálogo siguen siendo la única vía hacia una paz duradera”, declaró el canciller omaní Badr Albusaidi.
Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu reiteró que el objetivo de la operación militar es “desmantelar las capacidades militares y nucleares de Irán”. En declaraciones recientes, afirmó contar con el “apoyo manifiesto” del presidente estadounidense Donald Trump y advirtió que “muy pronto verán aviones israelíes en el cielo de Teherán”.
El espacio aéreo iraní permanece cerrado, al igual que el aeropuerto internacional Ben Gurión en Israel. Medios iraníes reportaron bombardeos en Tabriz y en varias provincias estratégicas como Lorestan, Hamedan y Kermanshah. Mientras tanto, la Agencia Europea de Seguridad Aérea recomendó evitar vuelos comerciales sobre Irán, Israel, Irak y sus países vecinos.
Estados Unidos e Israel consideran que Irán se aproxima peligrosamente al umbral nuclear. De acuerdo con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Teherán contaba en mayo con más de 400 kilos de uranio enriquecido al 60%, lo que, de alcanzar el 90%, bastaría para fabricar múltiples armas atómicas. Irán, por su parte, insiste en que su programa tiene fines exclusivamente civiles.
Ante este escenario volátil, el papa León XIV hizo un llamado urgente a la “responsabilidad y la razón”, instando a evitar una escalada militar de consecuencias irreparables.
