La Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó el jueves la 33 prórroga del régimen de excepción, que suspende garantías constitucionales y ha dejado más de 83,600 detenciones.
La ampliación de la medida, que inició en marzo de 2022 para combatir a las pandillas, fue aprobada con 57 votos de 60 diputados, todos del oficialista Nuevas Ideas (NI) y los diputados serviles del PCN y el PDC, con lo que seguirán suspendidos por 30 días más varios derechos constitucionales de los detenidos, como la inviolabilidad de las telecomunicaciones y la detención administrativa máxima de 3 días.
El régimen de excepción entró en vigencia el 27 de marzo de 2022 como respuesta del gobierno a las acciones criminales de las llamadas maras que, por ejemplo, en esos días asesinaron a más de 80 personas en un fin de semana.
Arena se abstuvo sólo la diputada de Vamos, Claudia Ortíz votó en contra.
«Los miembros de estas estructuras del crimen organizado, basadas en un esquema de organizaciones terroristas, continúan con sus prácticas criminales, como extorsiones, tráfico de drogas y otros delitos que afectan la integridad física de las personas y generan violencia social», indica el decreto aprobado.
Agrega que, a pesar de que las autoridades han dicho que «el Estado criminal paralelo al que nos enfrentamos (pandillas) está completamente destruido», resulta «imprescindible seguir combatiendo a estos grupos con la misma firmeza con la que se ha venido actuando, garantizando una defensa real y extraordinaria del Estado».
La medida extraordinaria se ha convertido en la única apuesta del Gobierno contra las pandillas, o lo que según el ministro de Justicia, Gustavo Villatoro, queda de ellas. La lucha contra esas estructuras delincuenciales le granjeó al presidente Nayib Bukele su reelección inmediata, pese a la prohibición constitucional.
Mientras, diversas organizaciones humanitarias han recibido unas 6,500 denuncias de violaciones a derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias y torturas, y se reportan unas 340 muertes de detenidos bajo custodia estatal, la mayoría con signos de violencia, según han denunciado.
Probablemente pronto podamos relajar las medidas, no creo que haya necesidad de endurecerlas, más bien creo que se van a poder relajar, dijo Bukele el 1 de diciembre, meses después de afirmar en entrevista con la revista estadounidense Time que podría suspenderse en corto tiempo.
Villatoro dijo en conferencia de prensa esta semana que aún están en libertad cerca de ocho mil pandilleros.
