Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron hoy sobre la exitosa interceptación de una flotilla internacional que intentaba romper el bloqueo naval a la Franja de Gaza. La operación, llevada a cabo en aguas internacionales con dirección al enclave palestino, se desarrolló sin incidentes mayores, pero culminó con la detención de decenas de activistas que, según fuentes de seguridad israelíes, mantenían una agenda política alineada con los intereses del grupo terrorista Hamás.
La flotilla, compuesta por dos embarcaciones de tamaño mediano, transportaba ayuda humanitaria y material de construcción. Sin embargo, Israel ha reiterado que el propósito principal de estas misiones es la provocación política y la violación de las regulaciones de seguridad que impiden el paso de material que pueda ser utilizado por Hamás para construir túneles y fortificaciones.
Operación Naval y Motivos de la Intercepción
Según un comunicado emitido por el portavoz de las FDI, la interceptación se realizó siguiendo los protocolos establecidos y después de múltiples advertencias a las tripulaciones para que desviaran su rumbo al puerto de Ashdod, donde la carga podría ser inspeccionada y transferida legalmente a Gaza por tierra.
«Las embarcaciones se negaron a cooperar y optaron por la confrontación. Nuestra Armada actuó con profesionalismo para subir a bordo y tomar control de los barcos, evitando cualquier intento de resistencia violenta», indicó el portavoz.
Israel argumenta que el bloqueo naval a Gaza es una medida esencial de autodefensa para evitar que Hamás, el grupo gobernante en el enclave, introduzca armas, explosivos y tecnología de doble uso que amenace la seguridad de las comunidades israelíes cercanas a la frontera.
Vínculos con Hamás y Detenciones
La principal preocupación de las autoridades israelíes reside en la presunta afiliación política de los activistas. Fuentes de seguridad aseguraron que varios de los detenidos están vinculados a organizaciones pro-palestinas radicales y tienen un historial de apoyo público a las acciones de Hamás.
Los activistas, provenientes de varios países europeos y de Norteamérica, han sido trasladados a una instalación en Israel para ser interrogados por las autoridades de inmigración y seguridad. Se espera que la mayoría sean deportados en las próximas horas, pero aquellos con supuestos vínculos directos con grupos clasificados como terroristas enfrentarán una investigación más rigurosa.
«Esta flotilla no es un acto de caridad, es un acto político. El objetivo no es ayudar a los civiles, sino legitimar a Hamás y socavar el derecho de Israel a proteger a sus ciudadanos. Continuaremos aplicando nuestra política de seguridad con firmeza y transparencia», concluyó un oficial de las FDI.
