Por Eduardo Vázquez Bécker.-
Quién cayó en la trampa de quién? lo cierto es que desde el pasado fin de semana, las redes sociales han estado activas informando sobre los dimes y diretes entre el presidente electo, Nayib Bukele y el exmandatario, ahora asilado en Nicaragua, Mauricio Funes Cartagena.
Aunque Bukele no daba señas de querer entrar en un debate mediático con Funes, las cosa cambiaron a partir del pasado 8 de abril, cuando se desató una controversia entre desató la controversia que por hoy acapara la atención de los ciudadanos independientemente de las posiciones políticas que tengan.
Al parecer, el presidente electo publicó un vídeo de apenas nueve segundos en el que aparece conduciendo con destreza un Ferrari —vestido con camisa blanca arremangada y vaqueros azules—, con el mensaje: “Además, a partir del 1 de junio El Salvador tendrá un presidente que sabe manejar Ferraris sin estrellarse a los redondeles”. Fue un twit cargado de ponzoña que hacía alusión al accidente atribuido a Funes en el que en el 2014, se estrelló contra un árbol en las cercanías de casa presidencial “cargado” de alcohol, manejando un ferrari que, además no le pertenecía.
Funes —quien ocupó la presidencia de El Salvador entre 2009 y 2014— se encuentra asilado en Nicaragua, donde goza de la protección de Daniel Ortega junto a su compañera y varios de sus hijos, entre ellos Diego, quien acaba de ser contratado por el gobierno de Ortega para trabajar en la cancillería de esa nación centroamericana.
Desde su dorado exilio en Managua, el expresidente respondió a Bukele: “¿Es en serio? ¿Acaso Nayib piensa ser motorista de Uber? para luego agregar: “Es lo más tonto que he escuchado de un presidente que está por asumir. Lo importante no es saber manejar autos de lujo, lo importante es pilotear la máquina del gobierno y no llevarla al despeñadero”. Bukele estuvo entre las 158 personas que retuiteó el mensaje.
Bukele dio a conocer por medio de una publicación que Diego Roberto Funes, hijo del asilado expresidente, trabaja en la Cancillería de Nicaragua ganando un jugoso sueldo, aunque no tiene conocimiento sobre temas diplomáticos, ni experiencia en este tipo de puestos.
“Me imagino que cuando Mauricio Funes critica las amplias credenciales de nuestra Canciller, es porque su hijo Diego Funes, quien trabaja en la Cancillería Nicaragüense, ha de haber sido contratado por pura meritocracia”, publicó Bukele anexando fotografías donde se demuestra que Diego Funes es empleado de la Cancillería Nicaragüense.
Ante esta rotunda publicación de Bukele, a Mauricio Funes no le quedó de otra más que intentar defender la “experiencia” de su hijo para ocupar dicho puesto.
“Primero, no pueden compararse las exigencias profesionales de una Canciller con las de un técnico de Relaciones Exteriores. Segundo, estoy seguro que mi hijo conoce más del área que Alexandra Hill y jamás cometería el desatino de justificar los insultos de Trump al país”, respondió Funes.
El asilado expresidente se ha caracterizado por lanzar constantemente ataques al presidente electo, llegando a reprochar hasta su manera de vestir. No obstante, Bukele no le prestaba atención, hasta hoy.
“Yo sé que usualmente no le presto atención al prófugo, pero esta estaba demasiada buena”, remató Bukele en Twitter, en tono sarcastico.
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