La sexualidad en personas adultas sigue siendo un tema rodeado de estereotipos que a menudo no reflejan la realidad. Sin embargo, investigaciones recientes destacan que muchas personas mayores continúan manteniendo una vida sexual activa y satisfactoria. Aquí te contamos cuántas veces es normal tener relaciones sexuales a los 50 años.
La sexualidad no debe ser vista como un tema tabú en ninguna edad ya que forma parte de la naturaleza de las personas. Aunque la frecuencia y las dinámicas de las relaciones sexuales cambian con el paso del tiempo, la necesidad de intimidad y conexión emocional persiste.
Investigaciones
A medida que las personas envejecen, es común que comiencen a experimentar ciertos problemas sexuales. Por los 50 años, tanto hombres como mujeres pueden enfrentar dificultades como la disminución de la libido. Estos cambios, si no se abordan y tratan adecuadamente, pueden impactar negativamente la vida sexual y la relación de pareja.
Según Joan Price, una educadora sexual de California, el surgimiento de complicaciones no significa el fin de la vida sexual. Por el contrario, subraya que este momento es importante para abrir el diálogo con la pareja sobre las necesidades sexuales como los cambios que se están experimentando.
El doctor Harry Fisch, urólogo del Hospital Presbiteriano de Nueva York, en un estudio citado por el portal Histórico El Salvador, destaca que las parejas jóvenes son las que más disfrutan de encuentros íntimos, con un promedio de hasta tres veces por semana para quienes tienen entre 20 y 30 años.
Sin embargo, para aquellos en la década de los 50, la frecuencia suele disminuir, llegando a un promedio de una vez por semana o menos. La frecuencia y el disfrute de las relaciones sexuales cambian con la edad, pero esto no significa que desaparezcan por completo.
Barreras sociales y percepciones erróneas
Un análisis realizado por Sara Torres Mencía y Beatriz Rodríguez-Martín en su estudio «Percepciones de la sexualidad en personas mayores: una revisión sistemática de estudios cualitativos», revela que los estereotipos sociales, prejuicios, y la falta de intimidad son obstáculos importantes de la vida sexual en la vejez.
La sociedad tiende a vincular la sexualidad con la juventud, la procreación y la obligación marital, lo cual genera barreras tanto emocionales como sociales para que las personas adultas disfruten plenamente de su vida sexual.
La expresión del deseo sexual tanto en la adultez como en la vejez no debería verse como inapropiada, sino como una parte natural y positiva de la vida. Las personas adultas no solo desean mantener relaciones íntimas, sino que también consideran la sexualidad como un componente esencial de su bienestar.
Cambios biológicos y adaptaciones en la vida sexual
Según un estudio del King’s College London, la menopausia no tiene un impacto tan significativo como antes se creía en la calidad de las relaciones sexuales. Lo que realmente influye es si la mujer ya experimentaba problemas de deseo o dificultades para alcanzar el orgasmo antes de la menopausia.
Un estudio publicado en la revista Menopause en 2019 reveló que el 71% de las mujeres de entre 40 y 55 años que aún no habían entrado en la menopausia ya presentaban síntomas de atrofia vaginal. Esta condición, que implica la pérdida de elasticidad y lubricación en la zona vaginal, suele ir acompañada de una disminución en la frecuencia de la actividad sexual.
En el caso de los hombres, la disfunción eréctil suele presentarse alrededor de los 45 años debido a la disminución en la producción de andrógenos, especialmente la testosterona. Aunque es un proceso natural del envejecimiento, existen tratamientos y adaptaciones que pueden ayudar a superar estas dificultades.
